Cada color inspira sensaciones únicas, y en la decoración podemos aprovechar esos atributos para generar ambientes especiales. Los tonos amarillos y dorados tienen lo suyo.
Brillo, mate, oleosas, acuosas... son muchas las características que definen los tipos de pinturas, las cuales habrá que tener en cuenta a la hora de la elección.
Siglos atrás, la decoración de las paredes con tonos metalizados era muy habitual. Claro que, en esos tiempos, se utilizaba verdadero oro. Hoy, el oro deja paso a la pintura.
A la hora de cambiar el estilo de los pisos, comúnmente se realiza un alfombrado o cambio de cerámicos, sin tener en cuenta una muy buena opción: pintarlos.
Seguro te sientes más a gusto en algunas habitaciones que en otras. Puede que se trate de su decoración, pero hay algo seguro: su color influye, porque cada tono combina mejor con un tipo de personalidad.