Las pinturas metalizadas que se utilizan en la decoración imitan distintos tipos de metal: oro, plata, cobre, hierro y hasta óxido. Claramente, este tipo de decoración no es para cualquier ambiente. Por lo general, para pintar con tonos metalizados el lugar debe ser amplio, si es que vamos a pintar toda una pared, que será el centro focal de la habitación.
Dentro de cada uno de los metales base hay, además, tonalidades (ocres, azules, verdes) para suavizar el efecto y adaptarlos mejor a cada ambiente.
Estas pinturas se pueden aplicar en techos y paredes, se pueden utilizar para crear guardas o para decorar muebles. Las superficies sobre las que se pueden aplicar son variadas: cemento, yeso, hierro y hasta metal. Podemos comprar directamente la pintura de caucho metalizada para interiores en la pinturería (varias marcas la ofrecen) o prepararla nosotros mismos, usando pigmentos de aluminio, dióxido de titanio y otros.
Debemos tener en cuenta que el acabado siempre es brillante, por lo que será necesario cuidar la incidencia de la luz sobre estas superficies.
Como para cualquier pintura, la superficie sobre la que aplicaremos debe estar limpia, libre de grasa o polvo. En superficies porosas, será necesario aplicar un sellador o base, para mejorar el agarre y evitar manchas en los sitios donde la pared absorbió más pintura.
Este tipo de pinturas debe aplicarse en varias capas finas ya que, de ese modo, podremos regular la intensidad y hasta el brillo que queremos conseguir, ya que estos efectos dependen de la cantidad de capas superpuestas.
En grandes superficies, es bastante difícil aplicar con pincel o rodillo, por lo que se aconseja utilizar pistola para que el acabado sea perfecto. Se debe rebajar la pintura con un 10% de agua, aproximadamente. Sí de todos modos, preferimos el rodillo, éste debe ser de pelo corto, y hay que estirar muy bien la pintura para evitar las marcas.
El pincel lo reservaremos para crear guardas, o pintar molduras, cenefas, objetos pequeños o decorar con esténcil.
En estas pinturas también podemos dar efectos. Para eso sí nos valdremos de pinceles, brochas, espátulas, rodillos, esponjas, o cualquier elemento que nos permita conseguir el efecto deseado.