En lo que respecta a decoración a partir de la espiritualidad y del movimiento de energías, la paleta cromática elegida para cada ambiente y para cada objeto de nuestro hogar juega un papel sumamente importante. Así, elegimos los colores y tonos que se adecuen a nuestro gusto y a nuestra comodidad, pero a sabiendas de sus efectos sobre nuestro organismo, nuestro humor, y nuestras energías a la par.
Entre las tantas opciones a nuestra disposición, el color verde posee profundas significaciones en lo que respecta a la decoración espiritual de los ambientes. El verde es reconocido por el común denominador como un color que aporta paz, esperanza, armonía y calma. Y es verdad. Al nivel de la percepción cultural de este color, el verde es el tono elegido para salas de meditación, estudios de Yoga o de Pilates, salas de estiramientos y salas de espera médicas y otras, en general.
En el plano de lo natural, el verde es el color de la vida misma. Es el nacimiento y el rebrote de las especies, por lo que es el color de la esperanza. Sin embargo, el verde también puede ser utilizado para fomentar la creatividad y la imaginación, pues es un color que, aprovechando un tono brillante y llamativo, resulta ideal para los cuartos infantiles.
En tonos más neutros y apagados u opacos, el verde (verde seco, verde “oxidado” y otros tonos semejantes) resulta ideal para salas de estudio, para bibliotecas y hasta para oficinas, pues invita a la reflexión y a la planificación. Es un color armonizador, que cobija los espacios con optimismo y con buen enfoque de las energías hacia una meta reflexiva y estratégica.
También, como hemos dicho, el color verde es ideal para decorar salas de espera, consultorios médicos, o incluso para las habitaciones de quienes sufren trastornos a nivel físico o médico. Ello se debe a que, en un plano perceptual, el color verde propicia la sanación y la relajación. Se le ha sabido atribuir propiedades antisépticas y hasta anti inflamatorias, por lo que podemos aprovechar este color con excelentes resultados.
De este modo, el color verde nos ofrece una amplia variedad de tonos vibrantes o tranquilizantes para decorar, que logran brindar beneficios a muchos ambientes, de lo más diversos. Recuerda la regla de oro: tonos brillantes y llenos de energía para la imaginación, la diversión y la creatividad, y tonos opacos, más neutros y tranquilos para salas de pensamiento, de actividad laboral o de planificación. También, tonos suaves y pasteles en habitaciones y estancias donde se requiera propiciar la sanación o la esperanza en la recuperación. Como ves, el verde es un color especial para decorar los ambientes de tu hogar, ahora que sabes aprovechar todas sus variantes.