Si has emprendido un trabajo de costura, si se dañó una cortina o sábana y ya no puedes seguir usándola, o si has conservado retazos de telas y géneros esperando usarlas algún día, presta atención a esta nota.
Una cortina blanca, plana y sin gracia, puede convertirse en una cortina entretenida, simplemente colocándole detalles en recortes de tela. Endurece los retazos pincelándolos con agua almidonada, recorta flores o las formas que prefieras, lávalas en agua caliente para retirar el almidón y cóselas a la cortina en distintos lugares, copiando su contorno con hilo al tono y puntadas pequeñas para que los detalles copien la forma de la cortina al plegarse.
Si tienes retazos y recortes más grandes, haz un detalle especial en la cortina plana. Estírala para tomarle la forma y corta la tela restante o el retazo en el mismo ancho que cada panel, y en un corte curvado por debajo. Luego, cose ambas telas por su parte superior y en ambos laterales, para que la tela de color haga una sobrecortina o visillo en una forma especial por sobre la cortina original.
Con una idea similar puedes crear detalles en los tapizados de asientos. Almidona la tela restante para recortar sin deshilachar, y cose a la tapicería sin quitar el almidonado, para que conserve su firmeza. Puedes coser o usar adhesivo para telas, combinando así colores y texturas y haciendo un asiento más interesante y decorativo.
Otra idea: sin almidonar los recortes, crea flores y elementos en volumen, o bien haz cortes planos y trabaja sus contornos para evitar que se deshilachen. Cose uniendo a la funda del cojín sólo al centro, para que los recortes hagan formas en volumen. Otra opción es crear la funda del cojín, uniendo o “besando” los recortes en diseños más originales y llamativos.
Dibuja sobre los retazos rectángulos de unos 40 centímetros de largo por unos 25 a 30 centímetros de alto, y trabaja sus contornos haciendo un reborde o en la forma que prefieras. Luego, coloca un mantel plano y aburrido que tengas en la mesa, y presenta los salvamanteles de tela que has creado en los lugares correspondientes. Fija con alfileres, y cose por los laterales para dejarlos fijos en el mantel de base.
Esta es una idea genial para aprovechar manteles que hayan sufrido daños o recibido manchas imposibles de quitar, y también será ideal para la comida diaria, en el que cada comensal puede decorar su salvamanteles o individual al gusto antes de coser al mantel de base.