Una idea simple y sensacional para decorar el cuarto infantil, y también para estimular el desarrollo de la creatividad y la artística en nuestros hijos. Haremos una decoración magnética que, a modo de puzle, permite formar diferentes paisajes, modificándolos con la regularidad que el niño prefiera.
Para realizar esta decoración necesitas una plancha metálica para amurar a la pared, de modo de que sirva de base para toda la labor. Puedes recubrirla, luego, con pintura o con una tela liviana, tensada firmemente.
También necesitarás trozos de imanes o magnetos, porcelana fría o la masilla para modelar que quieras utilizar, pinceles, acrílicos decorativos, estecas, rodillos y materiales para utilizar la masilla de modelar elegida, y adhesivo universal incoloro. Si prefieres, puedes proteger las piezas con barniz en aerosol de secado rápido.
Comienza por diseñar las piezas que vas a formar. Puedes hacer tantas como quieras, en las formas y en los estilos deseados. Por ejemplo, modela plantas y pequeños animales de jardín, un sol y algunas nubes, para utilizar sobre la placa metálica pintada en verde y celeste, simulando una pradera y el cielo. Allí el niño podrá acomodar las piezas. Pero al formarlas no las hagas en tramos enteros, sino divídelas a modo de puzles.
Por ejemplo, haz diversas ramas o tallos, algunas hojas más pequeñas, y las flores por separado; haz el tronco y las ramas del árbol y la copa por otro; un caracol formado por el cuerpo por un lado y su casita por otro lado. Si quieres hacer figuras más citadinas, puedes formar el frente de la casa en una pieza, el techo por otro lado, o hacer las divisiones que prefieras, a tu gusto.
Luego de diseñar las piezas, dibujadas en papel si así lo prefieres, modélalas en porcelana fría o en la masilla que hayas elegido. Deja secar para fijar la masilla, haciéndole las marcas y texturas adecuadas para cada forma. Luego, pinta a tu gusto usando pinturas acrílicas decorativas de secado rápido. Una vez seca la pintura, voltea la pieza y adhiere un trozo de magneto o imán en el dorso. Si lo prefieres, ya seco el adhesivo protege las piezas con barniz en aerosol.
Luego, sólo resta dejar volar la imaginación y la creatividad de tu hijo, haciendo las formas y combinando las piezas a su gusto. Imagina un caracol con una flor por caparazón, o un tronco de árbol repleto de flores sonrientes. Sólo la imaginación es el límite para este trabajo decorativo, simple, económico, ¡y genial!