El papel pintado con textura que se puede pintar es una nueva variedad de empapelado que permite lograr una decoración más resistente, moderna y bonita. Este papel tiene un grosor considerable, pues viene texturado con una lámina de plástico ultra resistente que soporta las capas de pintura que se le quieran dar. De esta forma, consigues dejar reparada una pared que estaba en mal estado con una buena terminación y un hermoso aspecto.
Una de las ventajas del papel pintado texturado grueso es que lo puedes adherir sobre casi cualquier superficie, incluso en aquellas paredes que les hayas dado sólo una capa de revoque grueso. Para ello, elige el papel de mayor grosor, el cual viene en rollos que puedes encargar según las medidas del espacio que vayas a empapelar.
El empapelado que se puede pintar viene en láminas adhesivas muy sencillas de colocar y tiene la ventaja de que se puede dejar tal como está sin necesidad de pintarlo. Si la pared se mancha o con los años se deteriora, puedes repintarlo para renovar el ambiente sin necesidad de quitar o cambiar el papel.
Hay muchos tipos de papel pintado con textura, pero si lo que necesitas es máxima durabilidad, una buena opción es el papel que se puede pintar. Lo recomendable, según las empresas que venden este producto, es que se use encima pintura látex, pero también aseguran que el empapelado texturado soporta varias capas y tiene una larga vida útil.
Hay quienes aseguran que estas láminas de papel grueso para paredes cubren y contienen las fisuras que pueda haber en los muros de una casa. Sin embargo, cuando el daño es estructural, lo mejor es que te asesores con un profesional para determinar si no es necesario rellenar las grietas o hacer una reparación del muro que quieres decorar antes de aplicar este papel