El sol ya nos visita a diario, las ventanas están abiertas, el clima nos invita a disfrutar del jardín y del aire libre: ha llegado la época de verano, la amplia favorita por la mayoría de las personas. Y no sólo logramos dejarnos invitar por los exteriores: también podemos encarar tareas de remodelación, de decoración y de mejoras del hogar. Y la pintura es, quizás, la principal.
La época de verano nos permite pintar de una manera mucho más favorable. No sólo los tiempos de secado del material se achican, pues el clima caluroso favorece este procedimiento. También es un momento más seguro, pues podemos pintar con las ventanas abiertas, con buena ventilación, y disfrutando de la tarea.
Luego de decidir el nuevo patrón de pintura y de adquirir todos tus materiales, debes preparar la habitación para pintar en verano. Retira los elementos móviles y los muebles livianos. Coloca los pesados más lejos de las paredes, hacia el centro de la habitación, si no logras retirarlos del espacio con facilidad. Luego, cúbrelos con una sábana o tela plástica para protegerlos.
Cubre zócalos, enchufes, llaves de luz y otros elementos inamovibles con papel de diario o periódico, asiéndolo con cinta de pintor de bajo contacto. Luego, limpia las paredes, lijándolas suavemente, para retirar restos de suciedades adheridas. Repasa con un paño húmedo y deja ventilar unos 30 minutos, como mínimo.
En tu nuevo trabajo de decoración veraniega puedes aprovechar la pintura con diversos objetivos, en busca de apariencias, acabados y mejoras en muchos aspectos. A continuación, algunos consejos prácticos para aprovechar al máximo tu tarea de pintura en la mejora del disfrute de cada ambiente:
Puedes hacer que el techo parezca más alto si pintas en colores planos y claros. Si el techo es demasiado alto, usa tonos más oscuros o con patrones y acabados decorativos especiales, dándole textura.
Las habitaciones muy pequeñas pueden ser ampliadas visualmente pintando de colores claros y planos, mientras que los colores oscuros son los elegidos para achicar en lo visual cualquier espacio. Para aumentar la sensación de amplitud, pinta la pared con dos franjas o una guarda al centro, más hacia abajo. Para paredes muy altas, elige patrones verticales.
Las habitaciones con poca luz natural pueden parecer más iluminadas si pintas en colores pastel cálidos, de preferencia el maíz, el amarillo claro y otros similares. Si tiene un gran ventanal y quieres “apagarla” un poco, elige colores oscuros y opacos.
Para hacer que la sala parezca más cálida, elige tonos pastel y cálidos como el rosa, el naranja, el ocre y otros. En cambio, para que aparente ser más fresca, busca tonos azules y grises, incluyendo los blancos.
Las paredes, techos y estructuras tienen diversos acabados propios que hacen al ambiente. Si quieres lograr estructuras más lisas y de estilo, busca pinturas planas en tonos claros. Para resaltar las texturas, o crear otras, puedes aplicar técnicas especiales, como esponjado, difuminado y otros.
El tipo de pintura también hace a esta apariencia. Los tonos mate y opacos disimulan imperfecciones, irregularidades y texturas, mientras que los tonos satinados y brillantes los resaltan, reflejando también la luz.