Las paredes de ladrillo sin pintar, llamadas “ladrillo visto”, otorgan al ambiente un efecto rústico muy bonito. Sin embargo, la humedad y la suciedad pueden verse entre las hiladas arruinando el efecto decorativo.
Las paredes con espejos ofrecen un contraste visual muy atractivo y crean un efecto luminoso que amplia el espacio. Veamos sus mayores ventajas y cómo aplicarlos.