Cuando planificamos la decoración y ambientación desde cero para los ambientes de un nuevo hogar, o ante la remodelación de nuestro hogar actual, podemos aplicar algunos consejos que permitan el máximo provecho y uso de cada una de las estancias. El living es una de las habitaciones de mayor uso en el hogar, pues es de uso compartido y social. Por ello, aprendamos a organizarlo priorizando la practicidad y la comodidad.
El living es una zona de reunión con la familia y los amigos. Por ello, debemos organizar este ambiente para que resulte entretenido, relajante y confortable para todos. Su pieza principal es el sofá, por lo que partiremos de esta pieza de mobiliario para definir la ambientación general y la ubicación de los demás componentes.
El sofá de dos, tres, cuatro o más cuerpos, es la pieza principal, pues es la que determinará en gran medida la ubicación del resto del juego y de los demás componentes. Podemos ubicarlo contra una pared, o al centro de la habitación. Si tenemos una chimenea, un hogar o una estufa a leñas, procuraremos colocarlo frente a la misma, para que resulte práctico y conveniente a lo largo del año.
El living acepta de muy buen modo la colocación de alfombras que superen en tamaño al juego de sillones. Así, el piso se mantendrá cálido incluso en la estación fría. Si se trata de una alfombra móvil, podemos retirarla en verano, dando una decoración más liviana y natural.
Luego se ubicarán los sillones individuales del juego, si es que los tuviera, y frente al sillón de mayor tamaño se colocará una mesa ratona. Así se compone el juego principal del living, permitiendo el uso versátil de este mobiliario en todo tipo de reuniones. La configuración del juego completo puede ser un cuadrado, una forma de L o una forma de U. Entre el sofá y la mesa central, o los demás elementos, debe haber una separación no menor a 50 centímetros, mayor si es posible, para permitir una circulación cómoda.
La mesa central, o mesa ratona, debe ser más baja que una mesa convencional, pero según el tipo de sillones. Debemos poder reposar allí nuestra bebida sin separar las piernas del sillón, y sin reclinarnos demasiado. Por regla general, debemos poder sentarnos en el sofá y estirar las piernas por sobre la mesa, como si descansáramos allí nuestros pies: esa será la altura ideal de la mesa central.
El living suele ser, también, la sala de entretenimiento. Allí podemos colocar con gran conveniencia el televisor, junto con el DVD, el Cinema System o el Home Theatre. Podemos disponer de una mesa más bien baja y sólida, que contenga una zona que de guarda al reproductor de DVD o a los demás equipos cuando estén fuera de uso. La aprovecharemos también para dar guarda prolija a los discos, a películas, y a elementos de uso cotidiano.
Si el lugar lo permitiera, podemos contar con una biblioteca surtida de buenos libros, que inviten a la lectura. También podemos colocar en el living un carro licorero, para amenizar nuestras reuniones sin abandonar la sala.
