Como sucede en la gran mayoría de las labores de refacción, mantenimiento o remodelación del hogar, puedes encargarte por mano propia de la pintura. Se trata de una actividad relativamente sencilla, que sólo requiere de buenos materiales y elementos, y de alguna dedicación.
Aunque es más bien sencillo aprender a pintar, lo cierto es que contratar a un pintor especializado puede asegurarte un mejor resultado, un uso optimizado de la pintura, el mejor cuidado de los materiales y un trabajo garantizado. Pero, ¿cómo elegir al pintor más adecuado para la labor?
Normalmente solemos encargarnos nosotros de las tareas de pintura en el hogar, más aún cuando decidimos remozar una habitación por vez. Pero cuando quieres remodelar todo el interior y –en especial- todo el frente y el exterior de casa, contratar a un pintor experimentado será el camino correcto.
Aunque es muy frecuente buscar a pintores que nos ofrezcan el menor presupuesto, debemos conocer su trabajo antes de dejarnos tentar por el precio. A veces algunos conocidos, vecinos y recomendados tienen presupuestos bajos, más que apetecibles, pero sus trabajos no son los de la mejor calidad posible. Y el mal trabajo de un pintor es por demás notorio.
El buen pintor, experimentado, es prolijo y optimiza su trabajo. Sabe qué día y en qué horario será mejor para pintar las diversas superficies, qué material y elemento usar (respecto del tipo de pintura, la cantidad de capas o manos, el pincel, la brocha, el soplete y demás), y es también cuidadoso con las herramientas.
Cuando contratas a un pintor desprolijo, es probable que no cuide las superficies de tu hogar. Esto te dejará con manchas en los elementos, muebles, pisos y zócalos que no hayan quedado bien cubiertos. Aunque se puede limpiar y reparar, es mejor evitar este trabajo. Un pintor prolijo y profesional también deja los ambientes limpios luego de su labor, repasando la zona con escoba y paños con dedicación; y esto bien vale el precio de su mano de obra.
El pintor con experiencia conoce cómo reaccionan las diferentes pinturas en las superficies (en tipos y también según sus marcas comerciales). Cuando ya tengas idea del color o del estilo a aplicar, investiga a los pintores. Cuando sepas de alguno bien recomendado (puedes preguntar a vecinos o en la pinturería), coméntale tus deseos del color. Esto le permitirá dar su opinión profesional, y también podrás incluir en su trabajo la compra de la pintura, seguramente a mejores precios.
El pintor profesional conoce a sus proveedores. Consigue buenos precios en pinturas y materiales, y sabe bien qué marca y tipo te conviene, de acuerdo a su calidad y al resultado que se espera obtener.
Sé bien específico en tus deseos, y confíate en el trabajo de un pintor bien recomendado y experimentado en la materia. Será mayor al costo de hacerlo tú mismo, pero también los resultados serán mucho mejores y más convenientes.