Cómo restaurar un piso de madera

Recuperar un piso de madera es esencial si quieres redecorar o renovar el aspecto de tu casa. Una madera pulida, con recubrimiento brillante u opaco, hará que el ambiente se vea pulcro, prolijo y cuidado. Para lograrlo, sólo debes aprender cómo restaurar un piso de madera y realizar un mantenimiento que te permita conservarlo en excelentes condiciones.

Cómo restarurar un piso de madera. Paso a paso.

El primer paso para la restauración de un piso de madera es el pulido. Utiliza para ello una lijadora para grandes superficies, que asegura un acabado perfecto llevando la madera a su condición original. En un piso de un cuarto pequeño, con mucha paciencia y habilidad, es posible realizar el lijado con una lijadora de mano convencional, teniendo mucho cuidado de que no queden en el piso las marcas circulares del disco.

Si observas que el piso está muy dañado, necesitas rellenar los huecos y emparejar la superficie. Determina el tipo de madera con el cual está construido, consigue un poco de aserrín de la misma madera y haz una mezcla de aserrín y cola vinílica, removiendo y amasando con una espátula hasta lograr una pasta suave y uniforme.

Pasa la espátula con la masilla rellenando todos los huecos, teniendo cuidado de no cubrir la capa superior. Si notas que el piso se ha manchado, quítalo inmediatamente utilizando un paño limpio. Deja secar 24 horas y vuelve a rellenar los huecos, pues la mezcla de aserrín y cola se compacta y baja de nivel.

Una vez que la mezcla se haya endurecido, lija los sectores asegurándote que la superficie quede lisa. Lava todo el piso, aplícale un protector para maderas y déjalo secar otras 24 horas.

Pasado ese tiempo, ya puedes plastificar utilizando una laca brillante, semi brillo u opaca.

Cómo mantener la madera después de restaurarla

Además de saber cómo restaurar un piso de madera, debes saber cómo hacer el mantenimiento anual, y además, efectuar un mantenimiento periódico, consistente en asearlo regularmente para evitar la arena y las pequeñas piedras que puedan rayar y afectar el plastificado. Encerar una vez a la semana o una vez a la quincena es una buena opción, y luego, sólo deberás hacer un barrido diario, eliminando los restos de suciedad y polvo.