Desde la antigüedad, el tapiz textil ha sido un elemento decorativo invernal, pues abrigan las paredes y dan la sensación de calidez. Existe una gran variedad de tapices textiles decorativos que van desde los más rústicos o simples hasta verdaderas obras de arte, tejidas a mano o con maquinaria.
El tapiz textil casi siempre se ha hecho a mano, aunque en la actualidad se pueden encontrar tapices fabricados en serie que son económicos y muy bonitos. Hay una amplia gama de materiales, estilos, colores y motivos para elegir, pero se clasifican en dos tipos, dependiendo de la posición de las hebras del tejido.
Según el tipo de tapiz del que se trate, se puede usar tanto para colgar de la pared como si fuera un cuadro, o usar como alfombra, tal es el caso del tapiz de fabricación industrial.
La clasificación de los tapices se basa en la posición de la urdimbre, que son los hilos que sujetan la trama del tejido. Puede estar colocada en posición vertical u horizontal, dando lugar a dos tipos: el tapiz alto lizo o de urdimbre vertical, y el tapiz bajo lizo o de urdimbre horizontal. El primero suele ser de mejor terminación o mejor calidad, por la razón de que es más compleja su fabricación. El segundo se hace más rápidamente y el trabajo artesanal resulta más económico, pero el resultado no es tan bueno.
Si lo que se busca es un tapiz para colgar de la pared, lo mejor es elegir un tapiz de urdimbre vertical, el cual a simple vista se observa con el tejido horizontal (pues de ese modo se coloca el hilo de la trama).
Los tapices textiles pueden ser fabricados en diversos materiales, dando como resultado tejidos con pelos, con textura, con diseños geométricos o imágenes, más o menos sofisticados según los procesos artesanales o industriales.
El tapiz dzedzim, por ejemplo, es un tipo de tapiz bajo lizo tejido a máquina que no tiene pelos; el zili, uno de gran belleza ornamental y diseño, también sin flecos, o el famoso tapiz quilim, que es un tapiz reversible que tiene la peculiaridad de tener bordados geométricos y que se puede adquirir en varios estilos según sus métodos de fabricación.
Conociendo las características básicas, luego se debe elegir un tapiz de menor o mayor calidad según la utilidad que se le vaya a dar, y elegir el diseño, los colores y la textura para hacer que combinen con el espacio invernal que se quiera decorar.