Cuando hablamos de diseñador de interiores pensamos en glamorosas estrellas de cine y multimillonarios con enormes casas, que gastan fortunas para obtener los servicios de un ojo entrenado y especialista en las tendencias de moda. Pero los diseñadores de interior son más que eso, y proveen un servicio que está al alcance casi de cualquier bolsillo.
El diseñador de interiores es una persona cultivada y especializada en la aplicación de técnicas e ideas innovadoras en lo que respecta no sólo a la decoración, sino también a la utilización de los distintos espacios del hogar.
El diseñador de interiores puede ser un arquitecto (o estudiante de arquitectura), un diseñador de formación académica, o quizás alguien sin formación estricta pero amplia experiencia en el rubro. Conjuga las labores de arquitectura y diseño con las de decoración, por lo que a veces se le confunde con el “decorador” de interiores, servicio bastante diferente, pues el segundo sólo se ocupa de la planificación del aspecto estético y no incluye lo funcional, como el primero.
El diseñador de interiores conjuga lo estético con lo funcional. No sólo son servicios óptimos para las celebridades: el diseñador de interiores te puede decir cómo sacar el mayor provecho a tu hogar, en todos sus espacios. Cómo y dónde colocar los muebles, qué tipos de muebles es más conveniente, cómo iluminar y aprovechar la luz natural, hasta qué espacio puede ser mejor determinado para qué tipo de habitación, son algunos de los consejos del diseñador de interiores.
Y claro, también cuenta con un servicio anexo, que es el de la estética. Cuando un ingeniero o un arquitecto te indican estos conceptos de manera más estricta, el diseñador te dirá qué estilo seguir a partir de tu propio estilo personal, qué usos son más adecuados y hasta cuáles son las necesidades, y todo con un acabado más bello y llamativo, logrando un conjunto perfecto de funcionalidad, práctica, estilo y economía en un mismo paquete.
Cuando decidas contratar el excepcional servicio de un diseñador de interiores te encontrarás con muchas opciones en el mercado. De preferencia, elige a alguien cuyo estilo sea similar al tuyo, o al menos cuya experiencia sea de tu agrado. Para conocer sus anteriores labores puedes pedirle referencias de antiguos clientes, o consultar a amigos y conocidos que lo hayan contratado.
Asegúrate de comunicarle todos tus deseos y necesidades al diseñador, de modo de poder elaborar un plan conjunto que les permita obtener el máximo potencial en cada ambiente, por el menor dinero posible. Analiza sus antiguos trabajos, entrevístate con, al menos, tres diseñadores diferentes, y compara los presupuestos presentados. Verás que este servicio que antes considerabas glamoroso es por demás práctico y útil en cualquier tipo de hogar.
