La escalera puede ser un espacio cerrado o abierto, recto o cortado (con uno o más descansos), o también puede ser curvo y hasta en espiral. La escalera en caracol es más entretenida y nos permite ahorrar espacio. En la mayoría de los mercados, las metálicas son también mucho más económicas, mientras que las escaleras abiertas son mucho más elegantes, aunque consumen una gran cantidad de espacio en la construcción.
De este modo, cada escalera, en su tipo, denotará su estilo y el de su ambientación. Pero si hay una escalera existente, puedes remozar el espacio con simples técnicas de decoración incluyendo pinturas, accesorios, recambios, coberturas, etc.
Los peldaños o escalones serán, muy probablemente, el punto decorativo central de la escalera. Asegúrate de tenerlos en impecables condiciones, pintándolos o volviendo a aplicar su barniz para resaltar su aspecto. También puedes cubrir los peldaños con alfombras simples.
Las carpetas de alfombra son también una gran idea decorativa. Se trata de moquetas más angostas que el espacio total del peldaño, que se colocan al centro. Evitan resbalones y resaltan el aspecto en minutos, y también son fáciles de mantener. Asegúrate de fijarlas con clavos o topes para que no se deslicen de su lugar.
El barandal, por su parte, también es un detalle de interés. Puedes pintar los barrotes en un tono y el barandal de agarre de otro color, incluso con pinturas metalizadas para simular superficies metálicas más elegantes. En escaleras en recintos cerrados puedes colocar sogas y cadenas en la pared, para simular un barandal que mejore la ambientación de la escalera.
Asegúrate de que la escalera tenga buena iluminación. Si fuera posible, agrega luz natural, colocando ladrillos de vidrio u otras técnicas. En lugar de una luz potente, ubica dos o tres puntos de iluminación de menor intensidad a lo largo del recorrido, o luces de pared para dar un aspecto más íntimo y cálido a este espacio que suele ser poco iluminado.
Finalmente, recuerda que las paredes de la escalera también son paredes del hogar. Coloca arte y fotografías enmarcadas, siempre con marcos delgados para evitar ocupar demasiado espacio. Ponlos casi desordenados en la pared, o siguiendo la inclinación de la escalera o la altura de los peldaños, de modo que al ir subiendo siempre queden en buena altura.
Elige piezas más bien pequeñas, pues las grandes quedarían desbalanceadas con el movimiento de subida y bajada de las personas, perdiendo su buena altura de exhibición.