Cuando hablamos de colores en la decoración, muchos diseñadores y la mayoría de los textos e instructivos establecen ciertas reglas que no deben quebrantarse. Sin embargo, hay ciertas combinaciones contrastantes que, si bien no leerás como recomendadas en prácticamente ningún manual de diseño de interiores, en la realidad logran efectos únicos, personales e impactantes.
A final de cuentas, la aplicación de colores, estilos y patrones deriva del gusto y de la personalidad de los ocupantes de cada hogar. Por eso, a continuación veremos algunas de las combinaciones menos pensadas y más efectivas en decoración.
Un verdadero mito. Para lograr un aspecto llamativo puedes combinar, con delicadeza y gran efectividad, los rojos, anaranjados y amarillos sin temor a que colapsen los unos con los otros. Recuerda que estos colores, por ejemplo, existen en el mundo natural, por lo tanto combinan de algún modo, como los verdes vivos y amarillos, o los tonos blanco, azul y violeta.
La “paleta atardecer” incluye naranja, rojo y amarillos, y es una combinación de creciente popularidad en nuestros tiempos.
La simetría en la decoración es un mito difícil de romper. Las reglas nos dicen que la pared más atrevida o decorada, el cuadro más grande o el muro empapelado, debe de situarse al centro de la sala, pero puedes romper esta simetría con paredes en tres tonos diferentes (por ejemplo, dos de un color, y una de cada uno de los dos colores restantes), o destacar piezas (chimeneas, ventanas, etc.) ubicadas en los laterales de la sala, sin un acabado simétrico.
Otro gran mito. Lo cierto es que si usas traje negro no has de usar calcetines azules, pero en la decoración esta regla puede romperse. Sólo debes salir de los esquemas pre establecidos.
El azul no necesariamente debe ser un azul común, puedes usar cerúleo, celeste, azul en tono pastel, o un eléctrico azul Francia en ideal combinación con detalles negros brillantes, que subirán el tono de toda la habitación de una manera dramática, elegante y muy moderna, ideal para espacios minimalistas.
Cuando pensamos en paisajes de ensueño suele aparecer imágenes de prados verdes y cielos azules, o de las costas del verde esmeralda irlandés con el mar azul profundo. Usa estas imágenes para inspirarte en la decoración de tus ambientes: procura combinarlos en cantidades equitativas para lograr que ambos se aprecien, sin predominancia de alguno. De hecho, puedes aprovechar la paleta para hacer un gradiente de piso a techo con estos colores, dando un aspecto totalmente natural a tu sala o habitación.