Hay muchas maneras de hacer cuadros en casa sin utilizar pinturas ni pincel, y aprovechando los elementos naturales, los materiales reciclados o tus creaciones artesanales.
Lo primero que debes hacer es elegir un marco donde colocar tu cuadro decorativo. Si tienes en casa marcos de cuadros antiguos, puedes reciclar uno para tu composición. Luego, debes conseguir un fondo donde hacer el trabajo, que puede ser un cartón grueso o una madera fina.
El segundo paso es forrar o pintar el fondo en base al estilo que desees que tenga. Un cuadro artesanal con conchas marinas y objetos del mar, por ejemplo, puede pintarse de celeste, forrarlo con tela blanca, crema o azul, o hacerle un fondo de arena adherida a la madera o al cartón. Para cuadros rústicos puedes utilizar arpillera, para uno reciclado, papel de periódico, o para un cuadro original y reciclado, diferentes materiales en desuso.
Al elegir los elementos para componer un cuadro decorativo piensa con estilo minimalista: menos es más. Lo mejor es lograr una composición armónica en base a la belleza de un objeto, u objetos centrales sin llegar a recargarlo. Para ello, lo mejor es hacer diferentes composiciones de materiales hasta dar con uno que te guste especialmente.
Los materiales que puedes usar para hacer cuadros son muy variados. Con trozos de madera de diferentes tonalidades puedes crear una pieza bella y decorativa; también puedes usar elementos en desuso que forman un conjunto abstracto, como chapas metálicas, tornillos y herramientas antiguas; una composición de llaves y llavines; un conjunto de figuras de papel reciclado; una composición de flores secas, bayas u otros elementos naturales; un origami o figura de papel; un cuadro con relieve de figuras caladas en papel o una tarjeta pop up; una colección de objetos pequeños, etcétera. Con creatividad puedes hacer cuadros para decorar tu casa usando los elementos que dispongas.
Pintar los objetos del conjunto puede ser una buena idea, pues podrás darle un efecto interesante mediante una pátina decorativa, utilizando betún de Judea o spray de colores metalizados. Una vez que hayas terminado la composición y que se hayan secado todos los elementos, aplícale una capa de barniz sin brillo, con medio brillo o brillante, dependiendo de cómo quieres que se vea el cuadro terminado. Enmárcalo, agrégale un vidrio para preservar el trabajo y cuélgalo en un sitio donde la luz refleje los colores de tu nuevo cuadro artesanal.