En algunos ambientes de la casa, y en especial en el baño y la cocina, son necesarios algunos aparatos que no aportan nada a la decoración y a veces, hasta la arruinan. Es el caso de los calentadores de agua, las cañerías a la vista y otros aparatos eléctricos o a gas antiguos, que tienen la pintura descascarada o que se ven mal.
Para ocultarlos y lograr un efecto más decorativo y aseado, se usan los llamados armarios de camuflaje.
Los armarios de camuflaje cumplen la función de cubrir artefactos, aparatos o cañerías, pero también pueden ser funcionales. Un armario puede cubrir un calentador de agua, por ejemplo, y tener otro compartimiento con estantes o cajones donde guardar o almacenar todo tipo de útiles, herramientas, o utensilios de baño y cocina. Por este motivo, el mueble usado para el camuflaje siempre se hace a medida, teniendo en cuenta las dimensiones del objeto que se pretende tapar y agregando un espacio funcional o decorativo, como puede ser un espacio para plantas, un espejo, una pequeña mesada o un perchero.
Para cubrir cañerías en paredes y techos, lo ideal es hacer un recubrimiento de madera o yeso, o instalar un cielorraso. Si lo que se pretende es decorar, hay muchas opciones de materiales y técnicas para cubrir las cañerías a la vista, como las estanterías, las bibliotecas, los grupos de plantas, los techos corredizos o los techos de tela, los cielorrasos de fibras naturales, la doble pared de madera (servirá a la vez como aislante térmico), entre otras opciones.
Dependiendo del estilo de la casa o de la decoración del espacio, se puede optar por hacer uno de estos recubrimientos o armarios, o camuflar el artefacto o cañería pintándolo del mismo color que el fondo.
La manera más fácil de camuflar una cañería, un aparato eléctrico o artefacto es pintarlo del mismo color que la pared. De esta forma se verá menos, y no hará falta cubrirlo luego en su totalidad, pues sólo bastará con taparlo en parte con una pequeña mesa u otro objeto no muy grande.
Para repintar artefactos metálicos, hace falta quitar la pintura vieja y usar un antioxidante, para luego volver a pintar el objeto en el mismo color que el fondo de la habitación. Un tapete del color y una planta, talla de madera u otro objeto bonito que sea el centro de atención, ayudará a camuflar la cañería o el objeto que se quiere ocultar.
