El mobiliario antiguo español de la época del renacimiento es distinguido y noble, e ideal para una decoración antigua y tradicional. Un despacho, oficina o casa de campo es el ambiente ideal para este tipo de mueble, de características oscuras, pesado, que otorga un efecto de austeridad y serenidad.
Entre este tipo de muebles se encuentran los bargueños, los armarios taraceados, con columnas y arabescos, con tallados, los muebles taraceados, etcétera.
El estilo renacentista español tiene influencia del estilo italiano y Barroco, pero con características propias bien marcadas.
El mueble del renacimiento español tiene una estructura rectangular, vertical u horizontal de línea simple y austera, aunque ornamentada con motivos geométricos o moriscos, líneas naturales y adornos simples, con incrustaciones o herrajes de variados materiales.
Éste es un mueble macizo de maderas de gran calidad (es muy común el mueble de Nogal) o de madera de menor calidad con contrachapado decorado, y pueden encontrarse también en metal. El acabado es rústico y pueden tener motivos diversos: naturista, geométrico o morisco.
Existen cuatro tipos de decoración de muebles del Renacimiento español y estos son: patas, columnas y brazos torneados, aplicaciones en hierro, taraceas y cueros guadameciles.
Los torneados se aplican en diversos muebles y pueden verse los torneados estriados, torneados de abalaustradas, de anilladas, gallonadas, etc.
Las aplicaciones en hierro son de chapa calada con arabescos o motivos renacentistas sobre fondos de terciopelo, característica propia del mueble Renacimiento español.
La taracea o el taraceado es una técnica de origen morisco, en la cual se insertan materiales en la superficie de madera. Este taraceado no sólo se ve en el mueble de Andalucía, sino en todo el estilo Renacimiento español. Se pueden apreciar materiales como el ébano, hueso, las conchas, el bronce y el marfil.
Los herrajes son pesados y ornados, también se ven apliques de hierro y metal en los diversos muebles de la época renacentista.