Las molduras vienen en varias clases de madera, lo que te permitirá combinar los colores con el tono del mueble. El resultado será un armario con mucho más estilo, o quizás de aspecto antiguo, según el diseño que tú mismo realices.
Las molduras vienen en muchos modelos, lo que te asegura darle al mueble el efecto que desees.
Estos accesorios decorativos se pueden conseguir en una carpintería, o hacerlas tú mismo utilizando una fresadora, un trompo o un tupí. Si lo que vas a hacer es comprarlas, que es lo que resulta más práctico, lo mejor es ver los muestrarios de la carpintería y elegir el que más te guste. Antes de eso, debes tener en claro qué diseño vas a hacer en el mueble con el fin de calcular la cantidad de molduras que necesitarás.
Dibuja sobre un papel un primer boceto del diseño. Recuerda que siempre debe ser geométrico, de bordes rectos y lo más simple posible a fin de no complicarte el trabajo. Una vez que estés satisfecho con el resultado, dibújalo con lápiz sobre el mueble utilizando regla y escuadra. Ya terminado, mide el perímetro de las formas para encargar las molduras.
La manera de fraccionar las molduras para armar el diseño geométrico es cortarlas a 45 grados. Para eso necesitas un enguiletador, o un semicírculo y un poco más de paciencia.
Pero si lo que quieres es hacer el trabajo sin complicaciones, puedes pedir que te corten los diferentes segmentos del dibujo en la carpintería. Lleva las medidas anotadas y pide el corte a 45 grados.
Puedes utilizar diferentes tipos de molduras. Las hay simplemente rectangulares, molduras redondas, de medio círculo (media caña), escalonadas cuadradas, escalonadas redondas o una combinación de escalones cuadrados, redondos o diagonales. Pide la que más te agrade y recuerda también que sean de la misma madera del mueble, o en otra muy similar.
Otra opción es hacer una combinación de tonos de molduras y madera, lo que te complicará el trabajo, pero el resultado es excelente. Esta técnica se denomina taraceado.
Una vez cortadas las diferentes secciones ya puedes formar el diseño en el mueble. Adhiérelas con cola y sujétalas con clavos sin punta muy pequeños. Un acabado perfecto es golpear sobre el clavo utilizando un punzón y un martillo, y rellenar el agujerito con una masilla de carpintero hecha con la misma madera de la moldura.