No todas las pinturas y elementos serán adecuados para cualquier labor. Hay elementos, materiales y productos específicos para algunas superficies y usos, y el conocimiento de estos asuntos será la clave para lograr el éxito en cualquier tarea de pintura que decidas emprender.
Y es que las pinturas no sólo recubren de modo decorativo, sino que además son capaces de mejorar, proteger y adecuar las superficies para diferentes usos.
Las pinturas látex de base acuosa son muy prácticas en su aplicación, y son por lejos más sencillas de utilizar, pues la limpieza de sus materiales se realiza simplemente con agua, es una pintura más económica, y su secado es sumamente veloz. Por ello, las pinturas látex (como los acrílicos) serán los grandes elegidos para técnicas y trabajos de pintura decorativa, para trabajar sobre muebles preparados (con bases para madera, recubriendo sus poros) y para diversas superficies extensas, debido a su bajo costo.
Las pinturas esmaltadas sintéticas, de base oleosa, demoran más en secar y requieren de la compra de disolventes, aguarrás o thinner para la limpieza de manchas y de los materiales utilizados. Sin embargo, se trata de una pintura con un acabado mucho más parejo, vistoso y brillante. Además, su poder cubritivo abarca superficies más variadas que el látex, ya que el esmalte y las pinturas sintéticas logran cubrir, con gran simpleza, materiales como plástico, PVC, metales y vidrios, contrariamente a las pinturas de base acuosa.
Las lacas son ideales para recubrir otras pinturas ya secas, sean de base acuosa o esmaltada. Entre las lacas se incluye a los barnices, con y sin agregados tonalizadores (entonadores o colorantes), que permiten su aplicación directa sobre superficies de maderas, protegiéndolas). También hay variedades de lacas específicas para diversas superficies, incluyendo vidrios, cristales y azulejos o cerámicos. Estos productos no hallan competencia con los demás, pues poseen perfecto agarre a estas complicadas superficies, sin perder su brillo y su delicado acabado parejo y vistoso.
Recuerda preparar las superficies antes de determinar su acabado final. Las maderas, yesos y otras zonas de acabados porosos deben ser cubiertas, de primera mano, con un producto sellador que cierre sus poros y permita un máximo provecho de la pintura. Las superficies metálicas pueden ser preparadas con convertidores de óxidos de colores, para protegerlos contra la herrumbre, la oxidación y otros males.
Consulta en la tienda sobre la pintura y el preparador más adecuado, según la tarea a desarrollar, la superficie, y tu zona de residencia. Elige pinturas y productos específicos (contra hongos, salinidad, humedad, sol, radiación u otros), y conserva los sobrantes para posteriores retoques y arreglos.