El estilo cottage, también conocido como “country chic”, tiene un marcada influencia del estilo inglés campestre: clásico, elegante y acogedor. Además, se suele incluir en esta ambientación objetos rústicos y añejos, con el resultado de ambientes sofisticados, armónicos y agradables.
Esta tendencia trata de reproducir una atmósfera reposada y de descanso, en la que podamos disfrutar de una escapada al campo, sentirnos relajados y reconfortados, como oposición al agitado estilo de vida moderno.
A la hora de crear ambientes de este estilo, no es obligatorio tener una casa con una construcción clásica. Poniendo en marcha sólo un par de ideas podremos crear sobrios y agradables espacios con un toque clásico y campestre.
Los grandes aliados de este estilo decorativo son los jardines y las piezas que rememoren campos floridos, ya que buscamos recrear la idea de la vida natural y campestre. Para ello, podemos ayudarnos con alfombras, tapizados, almohadones, cerámicas, pinturas y fotografías.
En cuanto a los muebles y accesorios, lo ideal es optar por maderas de aspecto envejecido y desgastado, y piezas decapadas. No es necesario que contemos con muebles distinguidos y costosos, podemos encontrar muchos artículos viejos en mercados de pulgas, que con una sencilla restauración pueden quedar increíbles. Otra opción es conservar los muebles en el estado en que los encontramos, para generar esa sensación de paso del tiempo que armonizará óptimamente con el contexto.
También podemos recurrir a muebles auxiliares fabricado en materiales orgánicos como el mimbre. Sin embargo, si esta alternativa no nos convence, siempre podemos hacer uso de tapizados o muebles totalmente blancos.
Con respecto a los colores, este estilo se caracteriza por el uso de tonalidades pasteles y pálidos, que otorguen luminosidad y frescura a las habitaciones. Siempre debemos combinar estos tonos con el blanco, el natural, el vainilla y la madera. Si deseamos añadirles un aspecto más inglés, necesitaremos utilizar estampados florales y papel tapiz con motivos similares.
Si preferimos crear ambientes un poco más coloridos, pero mantener el estilo, podemos poner énfasis en los almohadones, alfombras y cortinas, ya que otorgarán el equilibrio fundamental para que resalten diferentes patrones y texturas.
Completaremos con los pequeños detalles: almohadones estampados, adornos de cerámica, baúles de madera, cestos de mimbre, percheros rústicos, puntillas, el juego de vajilla de la abuela, libros viejos, etc.
El cottage es un estilo que, para muchos, podrá parecer desordenado. Pero en realidad, es un desorden con orden. El secreto está en lograr que cada rincón sea mágico y se transforme en un recuerdo para compartir.