Música, flores y una buena iluminación con velas es la primera idea que surge al imaginar un ambiente romántico para San Valentín. Sin embargo, a la hora de llevarlo a la práctica lo ideal es que los colores combinen para hacer una decoración del Día de los Enamorados perfecta. Estos detalles sencillos suelen ser la solución ideal para darle elegancia y calidez a una cena romántica.
Si piensas preparar una cena romántica y brindar con champagne a la luz de las velas, lo ideal es una decoración dorada inspirada en el color de la bebida. Puedes combinar un centro de mesa de velas flotantes o velones blancos con servilleteros de ribetes, detalles en color oro o un centro de mesa de flores secas con detalles dorados. El brillo de las velas en candelabros amarillos y naranjas complementarán a la perfección una decoración color oro para San Valentín.
Si tu idea es hacer comida italiana o algún platillo que recuerde un ambiente campestre, lo ideal es hacer una decoración rústica. Un centro de mesa con flores frescas de colores intensos pueden ser la combinación ideal para unas velas artesanales y dos copas de vino tinto. Un centro de mesa en el cual elementos naturales combinan con el color de las velas pueden formar el conjunto perfecto que estabas buscando. Los tonos a combinar: vino tinto, rojo, naranja, violeta y amarillo.
Centrar la decoración en el clásico rojo de San Valentín creará un ambiente enérgico, juvenil y romántico. Para lograrlo, puedes usar un centro de mesa de rosas rojas (nada más bonito y sencillo) y adornos de corazones en los servilleteros y otros detalles de la mesa de la cena.
Globos en forma de corazón pueden ser un detalle divertido y también otros accesorios decorativos en esta forma ,como los cojines, las almohadillas de popurrí y las guirnaldas.
Si tu opción es el rosa para decorar la mesa de San Valentín, puedes optar por vestir la mesa de blanco y agregar aquí o allí detalles en tonos de rosa. Un centro de mesa con flores secas puede ser la combinación ideal, pero si prefieres las flores frescas elígelas en tonos de rosa, blanco o beige. Los colores ideales para combinar en una mesa de San Valentín blanca son el beige, el gris, el lila y por supuesto, diferentes tonalidades de rosa.