Las pátinas con efecto de textura son ideales para reciclar todo tipo de muebles, en especial los armarios y las cajoneras que hacen juego. Haciendo una pátina texturada que combine con el color del dormitorio, obtienes una decoración integral de concordancia armónica y serán éstas las piezas base del decorado, a las que podrás agregar luego los complementos para hacer más personal y acogedor el ambiente.
Antes de hacer la pátina, quita la pintura vieja del mueble, si la tuviere, aplicando un removedor de pintura, quitando el material con espátula y luego con lija. Una vez seco y lijado el mueble, pinta una mano de blanco látex utilizando el rodillo, y deja secar de 8 a 10 horas.
Diluye la pintura látex del color contrastante que hayas elegido, agregando de a poco agua en el envase y removiendo, hasta lograr una pintura líquida pero consistente, que cubra el color blanco.
Aplica con el rodillo esta pintura al mueble y, antes de que se seque, pon encima las bolsas de residuos, arrugándolas con las manos suavemente.
Retira enseguida las bolsas teniendo cuidado de no esparcir la pintura que está debajo, la cual ya ha quedado texturada. Deja secar completamente y pinta el mueble con una o dos manos de barniz mate o semi brillo diluido con aguarrás.
Las opciones de colores para hacer esta pátina con textura son variadas, pudiéndose aplicar tonos suaves sobre el color blanco. Ellos pueden ser grises, ocres, beiges o los tonos pastel, muy apropiados para la decoración de un dormitorio infantil, en colores suaves amarillos, celestes, rosa o verde agua.
Si quieres lograr más contraste, puedes cambiar el color blanco base por otro color, siempre teniendo en cuenta que el tono sobre el cual realices el texturado debe ser más oscuro que el color base, pues de otra manera no lo cubriría, arruinando el efecto de textura.
Para hacer una pátina con textura de un color base oscuro y un complementario claro, debes utilizar otra técnica de pátina de textura, como la pátina al óleo con efecto de textura.