Cuando planificamos la decoración y ambientación de cada estancia, solemos pensar en el estilo y acabado de paredes, pisos, techos y mobiliario. Pero lo que distingue una ambientación de una decoración integral, son los objetos decorativos que incluyamos en cada habitación, y en cada rincón.
Debemos dejarnos llevar por el buen gusto, la practicidad y el sentido común. Puede que ese cartel de madera de un metro de alto complemente de manera ejemplar la decoración de la cocina, pero si no tenemos espacio suficiente, sólo terminará por bloquear la circulación e interrumpir el paso. En cambio, puede que esa figura de cristal de color no sea del todo llamativa por su cuenta, pero intuimos que al colocarla en el sitio ideal, como en esa repisa junto a otros elementos similares, quedará como si hubiese sido modelada a la medida.
En definitiva, no hay reglas estrictas definidas de antemano. Los estilos decorativos tienen, cada uno, sus peculiaridades, pero será nuestro propio gusto y las posibilidades que nos dé el espacio lo que finalmente defina la adecuación de cada elemento decorativo.
Las residencias de estilos country, rústicos o naturales se benefician de los adornos de orígenes o semejanza natural. Pueden ser tallas de madera, piedras, objetos con cemento, u otros. Las figuras de animales son muy complementarias, y también las decoraciones en estilos inocentes, casi infantiles, con patrones escoceses o estampas de flores.
Las residencias más modernas, en cambio, se benefician de objetos decorativos minimalistas, lineales y de colores bien definidos. Aceptan materiales muy diversos, desde maderas hasta cementos, hierros u otros metales, y hasta vidrios y plásticos.
Los hogares más eclécticos parecieran ser más sencillos de decorar, pero es todo lo contrario. Sus habitantes suelen estar al tanto de los designios de movimientos culturales, lo que les permite (o los conduce) a hallar piezas únicas en materiales combinados. Plásticos de colores, vidrios tallados, telas estampadas y piezas industriales por igual van bien con este estilo decorativo.
Finalmente, nunca temas adquirir una figura que te plazca, un elemento llamativo, o una decoración que te parezca interesante. Recuerda que el planteo de la decoración de una habitación puede iniciarse a partir de una única pieza, y no al revés. Sólo tú sabrás dónde colocarla, dejándote llevar por tu inspiración, siguiendo los dictámenes de tu propio hogar.