Un hogar bellamente decorado, con mucho esmero, puede verse como abandonado si dejamos lugar al desorden. Mantener todo en su lugar permite que se aprecie todo el esfuerzo y la dedicación que has puesto al momento de ambientar. Pero claro, no siempre es tan fácil mantener el orden en casa.
Para lograr el orden debes distinguir bien los ambientes del hogar, conociendo las herramientas que tienes a tu favor. Mucha parte del desorden se produce por los elementos de uso diario, pero también se debe a que las cosas de poco uso ocupan un lugar por demás aprovechable.
Las zonas problemáticas para el orden en casa son las habitables y de uso diario, como las habitaciones, la sala, la cocina y el cuarto de baño. Por otro lado, hay zonas que podemos aprovechar para dar buena guarda a los elementos que no usamos a menudo: el ático, el sótano, la lavandería o el cuarto de depósito, incluso el jardín. Allí puedes guardar, por ejemplo, los abrigos en época de verano, las esterillas y elementos de playa en el invierno, incluso electrodomésticos de cocina que no uses con mayor frecuencia a una vez por semana. Cuando los necesites, no tienes más que ir a buscarlos.
La buena guarda también hace al orden en las zonas aprovechables. Asegúrate de colocar estanterías para tener todo organizado, y coloca todos los elementos en cajas espaciosas (de tamaño adecuado) y etiquetadas, para que el ir a buscarlas sea muy sencillo, y también para poder volver a guardarlas de manera sencilla y apropiada.
La mayor parte del desorden, sin embargo, está en los elementos de uso diario. Lo mejor es crear el hábito de la guarda, para que el acto sea casi mecánico. Al quitarte la ropa por las noches, por ejemplo, lo mejor es guardarlas en el placard, o llevarlas al lavadero si están sucias.
Cuando termines de cocinar, por ejemplo, lava los elementos, sécalos y guárdalos. Puede ser cansador al principio, pero una vez que hayas creado el hábito verás que la tarea se realizará en minutos, y tu hogar se mantendrá más ordenado y vistoso, casi sin esfuerzo.
Mantener el hogar ordenado tiene múltiples ventajas. No sólo se puede apreciar el esfuerzo en la decoración, sino que también permite mantener y conservar mejor nuestros elementos y prendas de vestir. También el orden facilita la tarea de limpieza, pues elimina la necesidad de tener que dar guarda a todo lo que esté fuera de lugar antes de limpiar.
Finalmente, un hogar ordenado es un hogar invitante. Tener la casa bella, limpia y ordenada te permite mayor disfrute y mejor relajación al finalizar la jornada. Libera tu mente de las preocupaciones de las tareas de guarda, y te permite una vida más feliz, apreciando tu hogar y disfrutando de cada espacio en un marco mental mucho más agradable.