El esmeril es una roca muy dura que se utiliza, desde hace siglos, para pulir superficies, afilar (en forma de piedra) y lijar. El esmerilado de cristales es un procedimiento decorativo por el cual el vidrio, al ser pulido, se vuelve opaco.
Hay distintos métodos para realizar un esmerilado de forma casera. Veamos algunos.
La técnica más tradicional es la que utiliza polvo de esmeril, y no es la más sencilla, por eso es recomendable probar primero en una superficie pequeña para ver los resultados.
El cristal que se va a esmerilar debe apoyarse en una superficie plana, por lo que esta técnica no es apropiada para ventanas o puertas, a menos que tengas ganas de sacarlas de su lugar y volver a ponerlas.
Para comenzar, se espolvorea el esmeril sobre la superficie. Luego se echa agua hasta formar una pasta cremosa, y se frota en el vidrio con un trozo de hojalata, siempre con movimientos circulares y ejerciendo algo de presión. Cada tanto debemos lavar el vidrio, y repetir el proceso, hasta que quede a nuestro gusto.
Una vez finalizado, se debe lavar con abundante agua. El proceso se realiza en una sola cara del cristal. Recuerda usar mascarilla protectora.
Todo se moderniza, hasta el esmerilado. Así que puedes simplificar el proceso usando un aerosol especial y esténcils, si lo que quieres es hacer algún diseño en el cristal.
Para delimitar la zona a esmerilar, usaremos cinta de enmascarar y, aún mejor, protegeremos el resto del cristal con papel de periódico. Si vamos a usar un esténcil, lo fijaremos también con cinta.
Para esmerilar, se debe rociar a distancia media, y con aplicaciones cortas para que no gotee ni se empaste. El excedente se puede retirar con trapo húmedo antes de que termine de secar. Incluso podemos quitar todo el esmerilado si no nos gusta como ha quedado.
Se debe repetir la operación de rociado por lo menos 3 veces, siempre dejando secar entre una mano y otra. Una vez seco, ya no se quitará.
El esmeril en gel permite realizar diseños sin esténcil. Para ello, conviene elegir el dibujo que queremos, pasarlo a una hoja, y pegarlo por la parte de atrás del cristal. Luego, iremos aplicando el gel con espátula hasta completar. Una vez terminado el diseño, dejamos actuar por 15 minutos y lo retiramos con la misma espátula.
Se debe lavar de inmediato la superficie para frenar la acción del gel sobre el cristal.
Esta receta casera nos permite conseguir un efecto similar al del esmerilado, de manera sencilla. Funciona muy bien con esténcils.
Debemos mezclar dos partes de barniz al agua con media parte de talco. Una vez bien mezclados, podemos aplicar con esponja. Luego, dejamos secar y ¡listo!, ya tenemos el “efecto esmerilado”. Si queremos dar textura, podemos aplicar almidón de maíz con un cernidor, para que quede una capa muy delgada, antes de que el barniz seque.