No todos los pisos de parquet son iguales. Y no nos referimos únicamente a su precio o color, sino a sus estilos, calidades, y hasta a la adecuación del tipo de madera (según su origen y tratamiento previo), en relación a las características climáticas de la ciudad donde residimos.
Hasta hace relativamente poco tiempo, las opciones para la fabricación de las tablas que componen el piso de parquet eran bastante limitadas. Para los pisos convencionales se podía elegir entre el tradicional roble o los tablones de haya y fresco. Para pisos de más alto tránsito, con mayores requisitos de resistencias, se optaba por maderas de pino, abeto o alerces. Y quienes en verdad podían costearlo, podían optar por la costosísima madera de pinotea o de taracea, pero la mera verdad es que era sólo unos pocos quienes tenían esta opción a su alcance.
Por aquél entonces, además de un laborioso trabajo de cortar y lijar la madera, luego se requería de un prolongado proceso de laqueado y trabajos manuales para darle el acabado final a las tablas. Y esto encarecía notoriamente el precio de composición, y también el de instalación.
En la actualidad contamos con innovadoras tecnologías de fabricación de tablones de parquet que incluyen los compuestos de maderas reutilizadas, que abaratan mucho los costos. También las modernas maquinarias cortan, lijan e impriman las maderas casi en un mismo paso, acelerando la producción y facilitando la colocación de pisos de parquet en múltiples tipos de habitaciones, según sus usos y sus requisitos de tránsito y resistencia, y también de acuerdo a su tamaño y ubicación.
También se puede seleccionar tablas de parquet de diversas especies naturales, como bambú, nogal, teca, wengue, lapacho y las convencionales, además de preparados casi industriales como los mencionados arriba.
Las maderas y tablas para parquet deben contar con preparaciones que las hagan más resistentes al tránsito, y también a las pestes y cambios climáticos. Por ello, tienes a tu disposición maderas tratadas con mecánicas de laqueado industrial, aceitado o encerado, y luego de aplicados en el piso puedes optar por laminados o coberturas incoloras de protección (como un barnizado, aunque plástico y sintético).
También puedes elegir las maderas y sus preparaciones a partir del acabado buscado. Hoy encontrarás en el mercado maderas ahumadas, que aportan un aspecto añoso y elegante, o maderas blanqueadas, para aspectos más modernos y contemporáneos.
Se puede colocar parquet básicamente en cualquier espacio del hogar. Se recomienda la instalación en interiores de la casa, fuera de los azotes climáticos y de fuertes cambios de temperatura. Por esta razón, la colocación del parquet en la cocina y en el baño suele ser más costosa, pues las maderas deben ser imprimadas de manera especial para resistir los cambios de temperatura y humedad constantes.
El parquet, en sus tantas variantes, puede ser colocado sobre cualquier piso existente. Los pisos flotantes no necesitan más que una limpieza del piso actual, mientras que los sistemas de calefacción requieren de contrapisos de cemento alisado. El único requisito indispensable es que el piso de base se encuentre firme, recto y nivelado, sin problemas de humedad u otros semejantes.
Finalmente, la elección del tipo de parquet, además de en consideración del sitio de ubicación, debe tomarse respecto al uso que vamos a darle. Para habitaciones y casas de pocos miembros no habrá demasiada consideración, mientras que para oficinas, sitios de alto tránsito o talleres de trabajo, las maderas deben ser más resistentes. Es aquí cuando la consulta a los expertos realmente rinde sus frutos, para dar con el piso y la técnica de colocación más adecuadas a nuestras necesidades.