Para hacer esta pieza funcional y decorativa utilizaremos un marco de base, que puede ser de un viejo cuadro o espejo, o bien un simple marco metálico o una plancha de madera. Este elemento no será visible o, a lo sumo, sólo se asomará por detrás de los elementos principales.
Los grandes protagonistas de la pieza son espejos de cartera, aquellos pequeños con tapa que puedes adquirir en farmacias, tiendas de belleza, en supermercados y en muchísimos lugares más. Se trata de pequeñas piezas (normalmente de no más de 7 cm de lado) configuradas por dos partes: un espejo y una tapa que cierra con bisagras, o bien aquellos que vienen con uno en la tapa y uno de aumento en la otra.
Para complementar el trabajo y hacerlo de utilidad, elegiremos espejos cuadrados, de unos 7 cm de lado, y en el caso de tener los de dos cristales, dejaremos a la vista los convencionales, escondiendo los de aumento.
En el ejemplo, tenemos espejos de 7 cm. Supongamos que queremos hacer uno de 50 cm de lado (49 cm, ya que utilizaremos en total 49 espejos de cartera, cuadrados, sin marco, de 7 cm de lado). Así, sobre la base del marco colocaremos uno junto a otro, 7 filas y 7 columnas de espejos, logrado así un cuadrado de 49 cm de lado.
Al colocar los espejos en la base, hazlo sujetando o pegando la tapa de cierre, o bien la parte del aumento. Para ello, abre el espejo en su totalidad, dejando a la vista el de uso, y colócalo bien prolijo en la base. Coloca algunos espejos con la bisagra hacia arriba, otros hacia abajo, y otros hacia uno y otro lateral. De este modo, cada uno poseerá un movimiento diferente al de sus lados, permitiendo colocarlos en diferentes posiciones e inclinaciones, reflejando la luz en todas direcciones.
Debes colocar la pieza en frente o cera de una ventana con buena luz, o también colocar una luz semi direccional que apunte hacia la creación.
Si en lugar de refractar la luz en todas direcciones quieres usar el espejo de un modo convencional, simplemente “cierra” los espejos de cartera, y quedarán unos junto a otros en plano. De este modo, podrás tener un gran espejo de uso habitual, que luego puedes ir movilizando a tu gusto.