Las sábanas son un componente esencial en nuestro hogar, ya que pasamos la tercera parte de nuestra vida en la cama. Sin embargo, la mayoría de nosotros no les otorgamos la atención e importancia que realmente requieren. Debemos tener en cuenta que, si hacemos una mala elección, podemos arruinar tanto la decoración de nuestro dormitorio como la calidad de nuestro sueño.
El primer paso a seguir es verificar el tamaño de nuestro colchón, ya que si las sábanas no encajan a la perfección, no nos servirán. Además de tener en cuenta el largo y el ancho del colchón, también debemos medir la altura del mismo.
Un tema fundamental es la calidad de las sábanas que, aunque parezca extraño, no siempre está relacionada con el precio. Debemos elegir un material resistente, antialérgico, durable, aislante, antipeeling (para que no se formen pelotitas) y de fácil lavado.
En cuanto a las fibras, debemos optar por sábanas que sean una mezcla de algodón y poliéster, ya que cumplen con todas las características mencionadas anteriormente. Además, son resistentes a las arrugas, y relativamente económicas. Sin embargo, debemos tener en cuenta que las mejores sábanas son las que están confeccionadas con algodón egipcio, o cien por ciento algodón. Estas sábanas se caracterizan por su suavidad y buena calidad; también, dan una agradable sensación de frescura, ya que este tipo de fibras absorbe la humedad y la mantiene lejos de nuestro cuerpo, por lo que nunca nos despertaremos sintiéndonos pegajosos. Es preciso saber que este tipo de sábanas es el más lujoso y, por ende, el más costoso.
Por otro lado, existen otros tipos de telas con las que se fabrican sábanas, como la seda, la franela y el satín. Las sábanas de seda tienen la particularidad de ser muy cómodas, aunque un poco resbaladizas. Además, son mucho más frágiles que el resto de las variedades y, por lo tanto, necesitan una atención diferente, para que no se arruinen con facilidad.
Las sábanas de franela son ideales para el invierno, ya que tienden a retener el calor. Sin embargo, es frecuente que se arruinen con rapidez con el uso diario.
Por último, las sábanas de satín son perfectas si estamos buscando crear un ambiente romántico, ya que cuentan con un acabado sedoso, sin llegar a ser costosas como las confeccionadas en seda. El problema que nos traerá este tipo de sábanas es que puede darnos calor en temporadas cálidas, ya que el satín no es una tela que “respire” muy bien. Y, como también son resbaladizas, deberemos armar la cama con una mayor frecuencia.