Muchas veces nos cansamos de ver la casa siempre igual, con los mismos colores, muebles y objetos de decoración. Pero cuando queremos “cambiarle la cara” nos encontramos con que el costo es altísimo. Sin embargo, hay trucos muy útiles para hacer que la casa se vea renovada sin gastar demasiado.
Pintar las paredes suele ser la mejor opción; el cambio de color basta para que todo se vea diferente. Pero si no nos animamos a pintar todo, podemos recurrir a opciones más sencillas. Una de ellas es pintar una sola pared de color contrastante, o crear un foco de atención decorando uno sólo de los muros con vinilos adhesivos, una gran foto, una obra de arte o un tapiz.
Agregar una alfombra también contribuye a cambiar el ambiente, y no necesitamos hacer un gran gasto; las alfombras rústicas no sólo se ven muy bien, sino que son cálidas y no tan formales como las alfombras de diseño. Podemos poner una alfombra en la zona de estar y otra bajo la mesa del comedor.
Si tenemos telas que no usamos (cualquier tipo de tela sirve), podemos teñirlas de colores acordes con los sillones, por ejemplo, y hacer almohadones de distintos tamaños. Y si nos hemos cansado de nuestros sillones o su color, las fundas son la gran solución: las hay de muchos tipos, telas y estampados. Las fundas a medida son algo más caras, pero las universales se adaptan a todos los modelos y tamaños de sillón, y son mucho más económicas.
Sobre una mesa o estante podemos colocar alguna planta de interior no muy grande (para que no ocupe lugar ni achique el espacio), grupos de velas, pequeños botes con piedras o frascos con arena coloreada. Alguna pieza de vajilla antigua, como una tetera, con unas flores frescas, alegra cualquier rincón.
Las pantallas de las lámparas pueden rejuvenecerse con pintura para telas, apliques o vinilos autoadhesivos. También podemos hacer una pantalla nueva con cualquier tela que nos guste si conservamos el armazón.
Un tratamiento similar pueden recibir las cortinas si no queremos cambiarlas. Podemos teñirlas, agregar festones o un orillo de color contrastante; si son lisas, podemos aplicarles o bordarles algún motivo decorativo.
Como ves, no hace falta gastar demasiado. Basta con dar algunos toques a la vieja decoración para que luzca totalmente diferente.