Las plantas son un elemento estético importante a la hora de decorar nuestro hogar, y no hay ningún ambiente de la casa donde no podamos ubicarlas, incluyendo el baño y la cocina.
Las cocinas suelen ser ambientes ideales para colocar plantas por las condiciones de temperatura y humedad, y porque hay luz en forma permanente, ya sea natural o artificial. Lo que deberemos evitar, si tenemos plantas en la cocina, son las corrientes de aire y el humo directo.
En la cocina podemos tener macetas con hierbas aromáticas, mucho mejor si podemos colocarlas cerca de una ventana, para que reciban luz natural. Además, las tendremos siempre a mano a la hora de cocinar. Pero, además, si es luminosa, podemos poner macetas con singonios en la cocina, alegría del hogar y crotón, entre otras. Si el ambiente es muy caluroso, debemos estar atentos a las condiciones de riego.
Si tenemos poca luz en la cocina, no tendremos problemas en poner aralias, esparragueras, potos y cintas o lazos de amor.
El baño es otro buen lugar para poner plantas. Por las condiciones de humedad, van muy bien los helechos de todo tipo, los singonios y las begonias. Si es un baño luminoso, con grandes ventanas al exterior, las hiedras variegatas (con hojas veteadas en amarillo y verde), jacintos y caladios crecerán sin problemas. Si, por el contrario, la luz natural es escasa, será mejor elegir especies como ficus, hiedra de hoja verde, aralia o sanseviera.
El mayor peligro que corren las plantas en el baño es, al igual que en la cocina, las corrientes de aire, o los cambios bruscos de temperatura cuando abrimos ventanas y puertas para ventilar. Debemos estar atentos a los cambios que se produzcan en el estado de las hojas.
Por lo general, las plantas ubicadas en baños no requieren tanto riego como en otras partes de la casa, ya que las condiciones de humedad hacen que la tierra no se seque tan rápidamente. Por el contrario, debemos controlar que el exceso de humedad no favorezca la aparición de hongos en las hojas.