Una corona de flores u otros elementos naturales es un objeto decorativo fantástico en cualquier época del año, y especialmente en las fiestas.
Las coronas simbolizan la eternidad y se dice que auguran felicidad y prosperidad en el lugar donde se hallen. Además, hacerlas es un proceso sencillo, divertido y creativo.
El primer paso para hacer una corona decorativa natural es fabricar la estructura. Ésta se arma con ramas, juncos, lianas u otro material natural flexible. La manera más sencilla es tomar las ramas, hacer un manojo y doblarlas de modo de conseguir un círculo. Luego, ata las ramas y continúa agregando, atando elementos hasta obtener una estructura más o menos gruesa. Hecho esto, ya puedes comenzar a decorar la corona.
Para decorar la corona puedes utilizar elementos muy diversos. Por ejemplo, según la estación del año. Si es primavera, puedes decorarla con flores; si es verano, con conchas de mar o estrellas marinas; si es otoño, con hojas secas de colores; si es Navidad, con bolas de colores metálicos, campanas, ángeles y cintas. Otras opciones es usar flores de seda, de papel, frutas, semillas, bayas, piñas, plumas, tela, estrellas o formas diversas, etc.
Una vez hecha la corona y decorada, puedes cambiarle los elementos cada vez que quieras. Si has utilizado flores frescas, renuévala cada vez que se comiencen a marchitar. También puedes utilizar flores secas y de esta forma la corona durará más tiempo.
También debes prodigarle algunos cuidados básicos para que la corona siempre se vea bien. Puedes darle una mano de barniz en spray o, si utilizas flores secas, fijador de cabello. Otra opción es utilizar un plumero o un secador de cabello para quitarle el polvo, o quitarle los adornos y guardarla en una caja durante las temporadas en que no vayas a utilizarla.
De este modo, tendrás una corona decorativa que podrás renovar cada vez que quieras.