Los almohadones japoneses, como el futón, el zafu y el zabutón permiten decorar un ambiente creando un espacio de relax y meditación. Los almohadones japoneses fueron creados para meditar, pero sus características estéticas los hacen ideales para el diseño de interiores.
Veamos qué ventajas y usos tienen los almohadones japoneses y cuáles son sus pares en la cultura occidental.
El futón es un mueble funcional que se utiliza como cama pero que se puede plegar, ocupando menos espacio en un dormitorio o una sala de estar. Se puede convertir en un sillón o almacenarse en un sitio pequeño, como por ejemplo un armario.
El futón occidental es grueso, pues imita las medidas de un colchón estándar. Algunos que venden en mueblerías consisten en dos partes. Un bastidor de madera en el cual se apoya, creando una cama, y el futón propiamente dicho. Este mueble occidental es una mezcla del japonés y zabutón, que es un futón japonés para sentarse.
El futón japonés, a diferencia del occidental, está relleno con algodón o material sintético y es mucho más fino que su par de occidente.
El zafu japonés es un almohadón circular que tradicionalmente se rellenaba de espadaña. De allí el origen de su nombre, pues zafu significa “asiento de espadañas”.
El zafu japonés es un cojín para meditación y sus medidas estándar son de aproximadamente 35 centímetros de diámetro y 20 centímetros de alto. En occidente, el zafu se denomina “puff” y se confecciona y rellena de diferentes materiales, con diferentes medidas.
El puff es un almohadón redondo, creado en diferentes materiales y medidas, y con diferentes rellenos. El puff se utiliza para sentarse, reposar los pies, tumbarse o como mueble de juegos en un dormitorio infantil. Si bien suelen ser redondos, pueden fabricarse cuadrados, ovalados o con diferentes formas.
El zabutón japonés es un futón que se usa para sentarse. La palabra “zabutón” incluso tiene ese significado en japonés, es literalmente “futón para sentarse”. El zabutón japonés es fabricado con una funda con un cierre por motivos de practicidad. La funda se quita para lavarse siempre que sea necesario.
Las medidas de un zabutón estándar son de 76 x 71 centímetros exactamente y se confecciona en telas resistentes que permiten tener un mueble cómodo, duradero y funcional.