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Versión para imprimir del artículo Candelabro rústico con ramas secas. No incluye formatos especiales ni imágenes.
Para hacer un rústico y romántico candelabro para decorar con velas una habitación no necesitas hacer grandes gastos ni procedimientos complicados, porque con unas ramitas secas y otros elementos que seguramente tienes en casa, lograrás hacer un candelabro artesanal estupendo para utilizar como centro de mesa, alumbrar un rincón de la sala o decorar el jardín para una cena al aire libre.
Para hacer este candelabro de estilo otoñal o invernal necesitas ramas secas muy finas y un recipiente de vidrio, que puede ser un frasco de bonita forma, un vaso, un bol o cualquier recipiente de cristal que tengas en casa.
En base a esta idea puedes hacer tus propias creaciones, pues el candelabro se verá diferente según el tipo de envase de vidrio y las ramas que utilices, además de que puedes añadirle otros complementos, como hojas secas, bayas o flores.
Materiales:
Ramas finas secas
Tijera de poda
Un frasco de vidrio
Cinta
Tijeras
Pistola de silicona
Adhesivo caliente
Arena
Vela candelita
Comienza cortando con la tijera de poda todas las ramas en la misma medida. Mide el diámetro del frasco, agrégale 10 cms. y corta la cinta de esta longitud.
A continuación, coloca la cinta extendida sobre la mesa de trabajo y adhiere todas las ramas a ella, teniendo cuidado de que queden alineadas en sus extremos.
Pon un poco de arena dentro del frasco y sitúa dentro la vela candelita. Ajusta la cinta alrededor del frasco de modo que las ramitas queden verticales, haz un nudo y luego un lazo con la cinta.
De esta forma haz concluido un hermoso candelabro para utilizar como centro de mesa o decorar un rincón de la sala. Una buena idea es hacer varios candelabros en diferentes medidas de frascos para hacer conjuntos luminosos y colocarlos aquí o allí, alumbrando un gran salón. También puedes utilizarlos para decorar el jardín en una fiesta al aire libre, e incluso colgarlos de los árboles y arbustos, logrando un conjunto luminoso encantador.
Para ello, sujeta las bocas de los frascos con agarraderas de alambre y ata de ellos cintas para poder engancharlos de las ramas de los árboles.
