A la hora de pintar las paredes de una estancia generalmente nos volcamos hacia los colores pasteles y claros, pensando en la combinación del mobiliario existente. Pero existen otras opciones, quizás un tanto más atrevidas, que ofrecen una alternativa que no desentonará en el conjunto y que puede hacerse conciliar con cualquier mueble. Es el caso de la pared negra, tendencia decorativa audaz que, contrariamente a lo que se podría suponer, crea ambientes modernos de gran belleza.
Pintar de negro la pared de una habitación consigue instantáneamente una sensación de profundidad inigualable que permitirá una distribución más audaz del mobiliario. La tendencia actual es hacia los colores mate, pero los brillantes también logran el efecto de contraste deseado.
Otra tendencia de decoración innovadora consiste en pintar la pared con pintura negra para pizarra, y en el caso del dormitorio de los niños, esto los motivará a expresarse libremente. En la cocina, la pared negra de pizarra es una opción moderna y práctica, pues se puede escribir un menú, los listados de ingredientes, o dejar recados que se pueden borrar fácilmente.
Los decorados modernos tienden al minimalismo y en colores uniformes, y es totalmente viable tomar la decisión de pintar de negro alguna de las paredes de la estancia, quizás aquella en la que se instalará una estantería en donde estarán libros y objetos decorativos, o tal vez la que quedará detrás de la cabecera de las camas.
El mobiliario es fundamental para definir el contraste. Si los muebles existentes son de tonos claros, pintar de negro las paredes conseguirá un efecto muy particular que realzará los tapizados y las formas.
El color del piso también juega un papel preponderante cuando se trata de hacer la selección del color de la pared; tonos de monolíticos blancos o jaspeados combinan a la perfección con una pared negra.
Las últimas tendencias en pintura de armarios, estantes y cualquier otro mueble que permanecerá fijo en algún sitio es, generalmente, de colores claros que tiendan hacia el blanco: colores tiza, pastel humo o ceniza claro. En este caso, el contraste obtenido con un fondo oscuro como el negro intenso brinda una sensación especial de espacio, consigue un destaque muy particular de los muebles en tonos claros, que perderían sus contornos al encontrarse apoyados en paredes de colores más convencionales como lo son los naranjas, ocres y amarillos.
Pintar de negro la pared es una decisión trascendente que requiere audacia, pero los resultados que se consiguen logran superar con creces cualquier otra alternativa más tradicional. Nuestra decoración logrará el efecto exquisito: el contraste que se obtiene con los colores exentos de luz como el negro, es algo único y que le confiere a la decoración un sello inigualable.
