Si quieres renovar las ventanas, una buena idea es pintarlas, pues algunos colores permiten mayor entrada de luz natural, además de que le darán un nuevo aire decorativo al ambiente.
Pintar una ventana no suele ser sencillo, pues la pintura en el vidrio no sale fácilmente y hay que tener mucho cuidado en no manchar las paredes y los muebles.
Para elegir el color para pintar una ventana, lo mejor es observar los de los muebles de la habitación y escoger uno del mismo tono. Si tus muebles son de madera y la ventana no se encuentra en buen estado como para quitarle la vieja pintura y dejarla al natural, lo mejor es repintar la ventana en un color compatible, que combine con los demás tonos de la habitación.
Un buen truco para que la luz natural penetre mejor y la habitación se vea más iluminada consiste en pintar el interior del marco en color amarillo. El amarillo solamente se aplicará en ese sitio, y luego puedes pintar la ventana del color que prefieras.
La dificultad de pintar una ventana radica en el hecho de que es necesario desmontarla y cubrir la pared alrededor del marco. Una vez quitadas las bisagras y desmontadas las ventanas, también debes cubrir el vidrio para que no se manche, pues una vez seca, la pintura del vidrio es muy difícil de quitar.
Si la ventana ya tiene color, lo mejor es quitar la capa anterior de pintura con un removedor, luego lijarla, quitarle bien el polvillo con un cepillo blando o un paño, y cubrir los vidrios y la pared con cinta de enmascarar. Este trabajo previo es lo más difícil al pintar una ventana, pues luego sólo debes proceder a darle una o dos manos de pintura.
Un truco para pintar una ventana y que no se noten las pinceladas es aplicar la pintura con una brocha y pasar instantáneamente sobre ella un rodillo pequeño. La brocha es necesaria para aplicar la pintura con comodidad y el rodillo alisará la superficie, permitiendo que el trabajo quede mejor terminado.
Deja secar por lo menos 8 horas entre una mano y otra, y no olvides pasar una lija fina antes de aplicar la segunda mano de pintura. Al finalizar, quita la cinta para enmascarar, vuelve a colocar las ventanas en su sitio y engrasa las bisagras para que se mantengan en óptimo estado. De esta forma, las ventanas se abrirán y cerrarán silenciosamente.