No solemos prestar mucha atención a las puertas interiores de nuestra casa. Quizás se nos ocurra pintarlas en algún color contrastante, pero no se nos ocurre que puede haber modelos extraordinariamente originales y que, además, dan una nueva función a la clásica abertura.
Un ejemplo es la puerta Luna, que tiene una serie de orificios que podemos cubrir o descubrir, en forma total o parcial, mediante una palanca lateral. Estos orificios permiten el paso de la luz y el aire, sin tener que abrir la puerta.
Si lo que buscamos es una puerta divertida y multifuncional, podemos optar por la puerta Ping-Pong, de diseño alemán. Se trata de un marco fijo con una placa interior móvil que, sólo con un giro, se coloca en posición transversal. La red es plástica y está incorporada en el lado verde de la puerta, por lo que hay que tener en cuenta este detalle estético. El otro lado de la puerta es blanco.
Si eres de los que protegen su intimidad a ultranza, pero no quieres andar cargando llaves extra, puedes cambiar el picaporte usual de la puerta de tu cuarto por uno con combinación, como un candado, el nombre de este accesorio es Numlock Handle y se puede utilizar también para puertas exteriores.
¿Quieres una solución genial para que todos sepan cuándo el cuarto de baño está ocupado? Cambia el picaporte por uno luminoso, que cambia la luz de verde a rojo al cerrarse el pestillo. Funciona a pilas.
Las puertas sin bisagras son ideales para las casas en las que hay niños. Se trata de un sistema exclusivo por el cual la puerta está sostenida al marco por pernos. Las aristas de las puertas no son rectas sino curvas, y se acoplan perfectamente a los marcos, que tienen curvatura convexa. Como ventaja adicional, giran muy suavemente, y se evitan los habituales chirridos de las puertas con bisagras. Lo mejor es que se puede reemplazar fácilmente la puerta común por una de estas puertas, sin tener que hacer ninguna reforma adicional.