Los arreglos florales no suelen durar más que unos días, pero si los tratamos debidamente pueden permanecer más tiempo. Hay algunos trucos que podemos aplicar, y uno de ellos es el cuidado que debes tener al cortar las flores para preparar el ramo.
Para hacer que una flor dure más la debes cortar bajo el agua con una tijera de poda, en diagonal al tallo, es decir, con un corte sesgado. Luego, arma el ramo y ponlo en un cuenco con agua, nunca demasiada, pues si el líquido cubre todo el tallo puede hacer que se pudra. Unas flores de tallo largo en un florero con 3 centímetros de agua es suficiente por un día, pues es indispensable cambiar el agua de las flores diariamente o, al menos, parte de ella, quitándole a las flores los pétalos marchitos y las hojas en mal estado.
Si una flor se marchita antes que las otras deséchala inmediatamente.
Debes tener la precaución de que las hojas de la flor no queden bajo el agua, cada 3 o 4 días recortar los tallos y, cuando cambias el agua también lavar o enjuagar el florero.
En los días de intenso calor, rocíalas con agua fresca, pues esto ayudará a que no se marchiten.
Hay quienes colocan en el agua del florero algunos cubitos de hielo o también un chorrito de vinagre y 1 cucharada de azúcar o miel. Otros trucos que se utilizan para que las flores duren más en el florero consisten en disolver una aspirina en el agua o agregarle unas gotas de ginebra. Otro opción es pinchar las flores dentro de una patata previamente agujereada.
Finalmente, puedes adquirir junto con las flores un conservante floral en polvo, que se disuelve en el agua del florero.
El ambiente donde se encuentran las flores es también importante para su duración. El espacio debe ser luminoso pero no soleado, fresco y húmedo, sin corrientes de aire.