Los arreglos florales con hojas, ramas y flores secas son excelentes objetos decorativos que dan al ambiente un aire de frescura y romanticismo.
A medida que avanzamos en los trabajos de secado de flores y hojas, vemos que cada vez se pueden trabajar más los arreglos, tiñendo las hojas y las flores, aplicando técnicas de Ikebana o agregando componentes de floricultura para embellecer y perfeccionar el objeto decorativo.
A continuación, veremos cómo es el procedimiento para teñir las hojas para armar los ramos de los arreglos florales secos.
Comienza hirviendo las hojas, flores o ramas, durante 45 minutos en una solución de agua y jabón en polvo, en una proporción de 1 cta. de jabón por cada litro de agua.
Retira del fuego, y deja sumergidos los elementos naturales durante 12 horas.
Pasado ese tiempo, verás que las hojas han desprendido sus pigmentos y han quedado de color marrón, entonces, debes llevarlas a un color claro para luego teñirlas del tono que combine con el ramo que vas a realizar.
Para ello, deja secar las hojas, introdúcelas en un recipiente con 10% de cloro y 90% de agua caliente, y déjalas sumergidas otras 12 horas.
Cuando notes que las hojas ya están de color blanco, quítalas del recipiente y colócalas sobre una mesa cubierta de periódicos, o cuélgalas para que se sequen.
Mientras tanto prepara la anilina, que deberás adquirir en una casa de insumos para artesanías o en una droguería. Puedes usar la anilina que se utiliza para el teñido de telas, en su versión de teñido en caliente. Prepárala siguiendo las instrucciones suministradas por el fabricante, y coloca dentro del líquido las hojas ya secas.
Es conveniente agregar a la anilina un mordiente para fijar el color, que puedes hacerlo de forma casera hirviendo 45 minutos un puñado de clavos oxidados.
Deja las hojas varias horas dentro de la anilina, y luego cuélgalas boca abajo para secarlas definitivamente, o plánchalas y prénsalas para hacer un arreglo floral plano.
Con esta técnica puedes teñir todo tipo de hojas y ramas, aunque no todo tipo de flores. Algunas flores mantienen sus colores una vez secas, y por lo general, se comportan de la manera siguiente:
- Una flor seca blanca tenderá a volverse amarillenta y una flor roja tenderá a oscurecer.
- Colores violetas o azules se volverán de un color indefinido, y las flores rosadas se tornarán de un rosa muy suave.
Puedes hacer tus propias experiencias en este campo, y aunque el secado de una flor insume varios meses, es posible acelerar el proceso introduciéndola en un horno microondas o convencional, no sin antes hacer una prueba con una sola flor, para determinar el tiempo y la potencia que deberás emplear.