Si vas a pintar una habitación o un objeto y quieres que la pintura quede perfecta, entonces debes usar un rodillo. Éste puede ser de varios tipos y cada uno se utiliza para una tarea específica. No es difícil pintar con este instrumento, siempre y cuando sigas la técnica adecuada para pintar con rodillo.
Existen diferentes tipos de rodillos y tamaños que se usan para pintar paredes y objetos más pequeños. La ventaja del rodillo frente a una brocha es que permite pintar rápidamente, a varias alturas, y el trabajo queda impecable, pues no se notan las pinceladas.
Los rodillos de goma espuma se utilizan para pintar superficies amplias o pequeñas, según su diámetro, e imprimen cierta textura en la superficie. Los rodillos de lana son usados para las paredes de yeso, la mampostería o los tabiques. Rodillos de apenas 3 o 4 centímetros se usan para pintar pequeños objetos y hacer pequeños trabajos de bricolage.
Los rodillos de pelo corto son usados para pintar zonas lisas y los de pelo largo para superficies irregulares o texturadas. Algunos rodillos de reciente aparición vienen con un contenedor para pintura. Otros, permiten imprimir sobre la superficie motivos o dibujos tal como si fueran sellos.
Pintar con rodillo una pared suele ser sencillo, siempre y cuando se tengan los materiales necesarios y se conozca la técnica.
En primer lugar, se vierte la pintura en un recipiente especial u otro contenedor plano, se hace girar el rodillo sobre la pintura teniendo cuidado de no cargarlo demasiado, y se lo hace rodar sobre la pared, siempre en un mismo sentido. Se deja secar y se pinta en el sentido contrario toda la superficie. Puede volver a aplicarse una tercera capa, siempre pintando en el sentido contrario al de la capa anterior.
Pintar con rodillo simplifica mucho el trabajo del pintor. Si lo que se quiere es pintar una pared alta, por ejemplo, se puede colocar en el mango de la herramienta un alargador de modo de no tener que subirse a escaleras, haciendo el trabajo con rapidez y prolijidad.
Para pintar objetos pequeños con rodillo, pueden combinarse las dos técnicas de pintura con rodillo y pincel. Primero, pinta la superficie con un pincel y luego repásala con el rodillo, para hacer desaparecer las pinceladas. El pincel penetra en los recovecos del objeto, cubriendo toda la superficie, y el rodillo empareja la pintura logrando una buena terminación.