Con arabescos, flores, figuras de animales o vegetales, monogramas o los diseños que a ti te gusten, puedes renovar los almohadones con pinturas para telas. El procedimiento es sencillo y el resultado, personal y decorativo.
Los almohadones de seda o algodón son los más indicados para renovarlos con pinturas para tela, pues hay algunas telas sintéticas que repelen la pintura, como la seda sintética y el rayón.
Para decorar tus almohadones con pintura necesitarás, aparte de la pintura, pinceles y los dibujos en papel que quieras plasmar, además de paños para limpiar los pinceles y un sistema para pasar el dibujo a la tela, que puede ser un simple papel de calco.
Conviene que hagas una prueba previa sobre una tela antes de comenzar a pintar el almohadón. Una vez que veas cómo ha quedado el color y que tengas la certeza que la pintura no se corre, entonces quita el relleno del almohadón, lava la tela, plánchala y pasa el dibujo que has elegido de forma centrada en el lado frontal del almohadón.
Comienza a pintar mezclando los colores básicos: blanco, amarillo, rojo y azul, para formar los tonos que quieras que tenga el dibujo que has elegido. Si nunca has pintado sobre tela, es recomendable que comiences con un dibujo simple o un diseño abstracto de rayas de colores, formas geométricas, etc.
Junto con las pinturas para tela puedes adquirir un medio textil, que es una emulsión para mezclar los colores, y esta sirve tanto para hacer mezclas de tonos como también para aumentar el volumen de la pintura. No debes abusar con el uso de este producto, pues le quita brillo al color final.
Sujeta la tela del almohadón con tachuelas a una superficie de madera de forma que quede bien lisa y puedas pintar de forma prolija. Entre las dos capas de tela debes colocar papel absorbente o papel de periódico, para asegurarte que la cara trasera del almohadón no se manchará.
Una vez que hayas pintado completamente el almohadón (es recomendable comenzar con los colores claros y luego pintar los más oscuros) fija la pintura, colocando un papel sobre la misma, ya seca, y pasando sobre ella una plancha caliente. Al momento que ya no desprenda vapor ni olor a pintura, el trabajo está terminado. Espera que se oree unas cuantas horas más y vuelve a rellenar el almohadón y a cerrarlo con costuras.