El modo más tradicional de decorar las paredes de nuestra casa es colgar cuadros o posters. Pero muchas veces, ya sea por presupuesto o por gusto, no es la solución que buscamos o necesitamos. ¿Qué te parece, entonces, crear tu propia y original decoración, sin gastar demasiado? Aquí van algunas ideas.
Para este tipo de decoración sólo necesitas algunos bastidores, dos colores de pintura y cinta de enmascarar. Puedes crear varios cuadros pequeños, o una grande, tipo mural. Eso queda librado a tu criterio. La técnica es sencilla.
Primero, cubre todo el bastidor con uno de los colores que hayas elegido. Espera que seque y ubica la cinta en forma horizontal o vertical, formando rayas. Puedes variar el ancho de las franjas. Luego, pinta los espacios libres con el otro color de pintura. Espera que seque muy bien y retira la cinta.
Pintar con esténcils es sencillo, ya que te permite crear composiciones variadas con un único patrón. Puedes pintar el bastidor con un color de fondo, o dejarlo como está.
El siguiente paso es ubicar el esténcil de tal modo que te permita crear una serie, pintando una parte del mismo en cada uno de los bastidores. También puedes pintar todo el diseño en cada uno de los bastidores, pero usando distintos colores en cada uno (¿recuerdas el cuadro de Marylin, de Warhol?; bueno algo semejante).
Si no tienes esténcils, simplemente pinta el bastidor de uno o más colores, coloca cualquier objeto de buena forma sobre él, y pinta con pintura en aerosol toda la superficie. Cuando seque, retira los objetos y se verá el color de fondo.
Si no te animas a pintar, ¡pega!. Puedes crear un fantástico collage usando papeles de distintos tipos, fotografías, telas, cintas, alambres, botones, pedazos de metal, flores secas o lo que se te ocurra. Recuerda disponer primero los elementos sobre el bastidor, y moverlos todas las veces que haga falta, hasta que estés satisfecho con la composición. Luego, puedes comenzar a pegar.
Un caligrama es, según la definición del diccionario, un “Poema cuyo tema principal se expresa mediante la tipografía o la disposición material de los versos.” Esto significa que el texto se ubica físicamente, sobre el fondo, formando una figura.
El creador de este término fue el poeta francés Apollinaire (1880-1918), que lo aplicó en sus propios textos, aunque el caligrama es una técnica antigua, que ya encontramos en textos de la época griega.
Para crear tu propio caligrama, elige primero un diseño que te guste. Simplifícalo todo lo posible, dejando sólo los contornos y las líneas necesarias para que se mantenga la forma. Luego, elige un texto que te guste. Para que la figura no se "pierda", juega con los tamaños e intensidades de las letras. Ubica mayúsculas en los contornos, por ejemplo, y negritas en las líneas que quieras resaltar.
No es un trabajo rápido pero sí muy gratificante. Y, con la ayuda del ordenador, la tarea se simplifica. Luego puedes imprimir y ampliar al tamaño que desees.