De todas las pátinas para paredes que se pueden utilizar para producir un sutil efecto decorativo, la pátina de esponjado es la más simple de aplicar y la más económica, pues sólo se necesita para llevarla a cabo dos materiales, que son los colores de la pintura y una simple esponja.
Comienza pintando toda la pared con un color base, preferentemente en pintura satinada. Una vez que la superficie se ha secado completamente, pinta apoyando la esponja de manera intermitente con una pintura de un color más oscuro. Para un mejor acabado, puedes mezclar el color complementario con un esmalte glaceador transparente.
Es conveniente hacer una prueba inicial pintando con la esponja sobre otra superficie que tenga la misma textura que la pared, para tener la seguridad de que el resultado será bueno. Quizás de este modo notes que es necesario cambiar la esponja o variar el tono de la pintura. Recuerda dejar secar bien cuando hagas la prueba para poder observar el tono exacto que quedará sobre el muro.
Comienza el trabajo en una esquina de la pared y continúa en línea recta pintando por franjas. Es mejor que pintes sobre los bordes aún húmedos de las zonas que ya has pintado para evitar que luego se vean diferentes tonalidades de color. También conviene que tengas a mano diferentes tamaños de esponjas para aplicar sobre las esquinas o en secciones donde falte cubrir con la pintura más oscura.
Existen varias maneras de realizar el esponjado. Una de ellas es mojar una brocha de pintura y aplicar el color sobre la esponja para luego aplicar ésta en la pared con suaves toques. Otra técnica consiste en volcar un poco de pintura en un recipiente plano, mojar la esponja y aplicarla sobre la pared. Sea cual sea el procedimiento que emplees, debes tener especial cuidado en no recargar la esponja para que el efecto en la pared sea manchado y no cubras totalmente el color del fondo.
Una vez que tengas una gran superficie pintada, aléjate unos metros para visualizar el resultado y verificar que vas por buen camino. Pero recuerda que no debes dejar el trabajo por la mitad, pues de este modo la pátina no quedará prolija ya que se verá la pared manchada con diferentes tonos de color.