Aunque no hay evidencias científicas contundentes sobre la influencia de las fases lunares en las plantas, a este respecto, existen tradiciones ancestrales que los jardineros conocen y cumplen. Se trata de tareas que, según se dice, conviene realizar en determinados momentos, según la fase en que se encuentre la luna. Se cree que, probablemente, los posibles cambios que se produzcan según la fase lunar están relacionados con el movimiento (este sí, comprobado) que se produce en las masas de agua, incluyendo las subterráneas, por influjo de la luna.
Como probar no cuesta nada, te contamos algunas de estas tradiciones, para que lo compruebes por ti misma. Por mi parte, creo que estos conocimientos ancestrales deben tener algún fundamento, así que los pongo en práctica con mis propias plantas, y no me puedo quejar de los resultados.
Según se dice, cuando tenemos luna nueva es el momento ideal para quitar las malas hierbas del jardín y las macetas, fertilizar nuestras plantas, abonar la tierra, sembrar césped y plantar o podar (lo que corresponda) arboles de hoja redonda. También es el momento de plantar todo aquello de germinación rápida: maíz, arroz, hortalizas, algunas legumbres.
Cuando la luna está en cuarto menguante, es bueno plantar y/o podar los árboles de hoja larga, sembrar las plantas de verduras y legumbres que crecen bajo la tierra (zanahorias, papas, remolachas, nabos, cebollas, ajos, etc.). También es el mejor momento para trasplantar las plantas que lo necesiten, y fumigar.
El cuarto creciente es el momento para abonar, podar y plantar las plantas con flores. Pero debemos ser cuidadosos con el riego: en este momento, es mejor regar poco.
Durante luna llena es el momento de recoger frutos, fertilizar nuestras plantas, regar abundantemente y trasplantar las plantas de interior que lo necesiten.
Si decides hacer tu propia comprobación, puedes conseguir el “Calendario lunar agrícola”, en el que encontrarás en detalle las tareas a realizar en cada fase.