Los cactus se adaptan a cualquier tipo de decoración y son ornamentales, a la vez que resistentes, y necesitan muy pocos cuidados para mantenerse en buen estado. Decorar con cactus de diferentes especies es una buena idea, pues tienen bellas formas y colores.
Los cactus son una de las plantas ornamentales más bonitas y no te darán nada de trabajo, pues apenas necesitan mantenimiento. Algunas especies tienen colores fluorescentes hermosos y originales, como el Trichocereus chiloensis, el Gymnocalicium mihanovichii o el Chamaecereus.
Los cactus no necesitan de mucho espacio y se pueden colocar en cestos reducidos, en los cuales logran crecer y desarrollarse con rapidez. Crecen mejor en sitios soleados, en el exterior o cerca de las ventanas. Cuando se colocan fuera deben estar protegidos, pues los fuertes vientos y las lluvias pueden perjudicarlos.
Los cactus necesitan de diferentes cuidados según su especie. Una forma de saber qué cuidados prodigarles consiste en observar sus raíces. Las especies de raíces profundas necesitan de poca agua y mucho sol, y las que tienen raíces superficiales necesitan sombra y mucha agua.
Para decorar con cactus puedes hacer un jardín, o disponer varias macetas con diferentes especies en el interior de tu casa.
Para hacer un jardín de cactus debes tener especial atención al drenaje del terreno, y para ello puedes formar pequeñas montañas donde colocar las plantas para que, cuando llueva, la tierra de los cactus drene rápidamente. Coloca rocas entre los cactus, pues estos dos elementos combinan a la perfección y hacen que la tierra se mantenga más seca.
Si quieres hacer una decoración interior con cactus, busca varias especies pequeñas y trasplántalas en macetas para interior. Para ello, coloca en una maceta una parte de tierra, una parte de arena y una parte de piedras pequeñas. El drenaje del recipiente (los agujeros de la base) es muy importante para que la tierra no se mantenga demasiado húmeda.
Coloca el cactus directamente sobre la tierra (sin cavar demasiado) tras haber mezclado todos los elementos, para que las raíces tengan bastante espacio donde desarrollarse. Luego, pon un poco de tierra, presiona el cactus para que quede firme y riégalo. Si lo mantienes en el interior, un riego cada dos semanas es suficiente para que se mantenga sano.