Cuando nos proponemos diseñar o renovar un jardín, es necesario tener en cuenta las características de las plantas, para elegir las que mejor se adaptan al espacio, el clima y el suelo que tenemos. Además, muchas plantas pueden cumplir funciones utilitarias dentro del diseño del jardín, además de ser decorativas.
Por lo general, deberíamos tratar de elegir plantas autóctonas, por varios motivos: resistirán mejor las condiciones climáticas, no necesitarán cuidados especiales y serán, seguramente, mucho más económicas que las plantas exóticas.
Si queremos tener sectores dentro del jardín, elegiremos las plantas específicas por sus características: aquellas que dan sombra, las que mantienen la humedad ambiente, las que pueden atrapar partículas contaminantes (ideales para casas en la ciudad), o protegen del viento, las que aromatizan, o sirven para formar setos y borduras, o son ideales para fijar el terreno. Y, por supuesto, las que tienen un valor agregado como las que proveen alimento o condimentos (árboles frutales, plantas de huerta, hierbas aromáticas), o sirven para preparar remedios caseros (como las hierbas medicinales), por ejemplo.
Como siguiente paso para elegir las plantas apropiadas, nos fijaremos en su forma, ya que es posible que, si pensamos armar sectores, necesitemos formas armónicas, que nos den un efecto decorativo. En este nivel, también tendremos en cuenta el color del follaje o las flores.
También es importante saber si las hojas son caducas o perennes, si cambian de color con las estaciones, si se mueven o no con el viento, si cuando el árbol pierde las hojas sus ramas y tronco siguen siendo decorativos. Y, claro, es fundamental tener idea de cómo es su crecimiento: si se extiende a lo largo o a lo ancho, la altura máxima que cada planta puede alcanzar y en cuánto tiempo, y cuál es su período de vida, aproximadamente.
La resistencia a las enfermedades y cuáles son las que atacan a cada planta en particular es un dato a tener siempre presente, para poder hacer tratamientos preventivos. Sin olvidar que, antes de comenzar a plantar, el suelo debe estar en las condiciones apropiadas de sanidad, humedad, acidez, y nutrición.