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Versión para imprimir del artículo Cómo ordenar pequeños objetos y ganar espacio. No incluye formatos especiales ni imágenes.
Las casas, apartamentos y espacios pequeños son ciertamente acogedores, pero suelen quedar profundamente asociados al desorden, al agolpamiento de más objetos de los que parecieran entrar en estos ambientes reducidos. Inevitablemente pensamos en la conveniencia de ampliaciones, pero si la rentas no será una opción, y si no tienes un presupuesto abundante, el plan también quedaría fuera de tu alcance.
Pero hay formas sencillas de ampliar el espacio trabajando exclusivamente desde la decoración. Se trata de evitar acumular más objetos de los que caben en cada sala.
Unos de los elementos que siempre “sobran” en los espacios reducidos son los pequeños recuerdos de momentos especiales, de las vacaciones y viajes, y de muchísimas otras ocasiones memorables de la vida. Hay quienes los lucen por algún tiempo, y otros por siempre. Para evitar agolparlos todos en una mesa o en un rincón, prueba con este truco sencillo:
Con madera simple y económica (como MDF) de 9 mm de espesor, crea un cajón de buen tamaño, al que adosarás estanterías, un cuadriculado o el formato que prefieras. El cajón debe ser de una profundidad de uno a dos centímetros mayor que el ancho total del recuerdo más grande. Pinta con aerosol simple, en un tono suave y claro que combine con el resto de la decoración, y coloca el cajón montado a la pared. Ubica allí todos los pequeños recuerdos, adecuado la estructura de los espacios y estantes de este cajón según los souvenires que quieras conservar. Ahorrarás mucho espacio, liberarás las superficies, y decorarás toda una pared en una conveniente y práctica pieza de arte.
Si tienes placares reducidos, puedes maximizar su espacio colocando barrales de colgar en lugar de estanterías, que invitan al desorden. Pon hasta tres barrales, dejando menos de un metro de separación entre ellos. Si las prendas son más largas, podrás doblarlas y “engancharlas” de la barra horizontal de las perchas o colgadores. De este modo, podrás tener tu ropa más a la vista, ordenada, con menos arrugas, y aprovechando al máximo el espacio.
No subestimes tus rincones disponibles: aprovéchalos. Coloca la ropa de abrigo, el calzado, los papeles de la oficina debajo de la cama y dentro de elementos decorativos, como canastos, bancos o pufs, y evita así que estén dando vueltas por toda la casa. Consigue en el mercado contenedores herméticos plásticos con tapa, apilables, y pon allí todos los juguetes, elementos de estudios, de trabajo y de oficina, creando una columna junto a la mesa o al escritorio, para que no te ocupen otros lugares y queden bien ordenados y protegidos.
En espacios pequeños se recomienda tener muebles pequeños para dar la sensación de más tamaño. Pero si tienes mucho desorden, entonces será más conveniente tener muebles que recorran, por ejemplo, toda la pared de la sala o de la habitación. Asegúrate de conseguir con cajones y puertas, para dar guarda a todo tipo de objetos, quitándolos de la vista. Así, aprovecharás el espacio y fomentarás el orden, pudiendo tener en un mismo modular de pared a pared, en la sala, la vajilla, la mantelería, electrodomésticos, papeles del trabajo y hasta la ropa de cama, liberando otros espacios y dejando tu hogar siempre libre y abierto.
Finalmente, amplía el espacio iluminándolo bien. Coloca cortinas claras para aprovechar la luz natural, y pon luces de techo que no cuelguen para maximizar el espacio. Evita las lámparas de pie y de escritorio. En lugar de ellas, añade luces direccionales en apliques de pared chatos o planos, que no ocupen lugar, en colores claros y complementarios a la decoración, para que no ocupen un espacio “visual”.
