El Yin y el yang son las fuerzas opuestas en la vida y en la Naturaleza. Masculino y femenino, suave y fuerte, positivo y negativo, son conceptos opuestos que se necesitan mutuamente para existir. Por eso, trabajamos con la ambientación de una manera que permita hacer fluir las energías: dejando ir las negativas y atrayendo a las positivas para que recorran todas las estancias del hogar y permitan contagiarse de sus poderes. De eso se trata la técnica del Feng Shui.
Pero hoy veremos un paso más allá: la aplicación del yin y del yang en la ambientación del hogar, desde un sentido más amplio.
Seguramente has notado el símbolo alguna vez: es un círculo (la forma energética más eficiente de la Naturaleza) con dos partes, de formas redondeadas, una blanca y una negra. En cada una hay un poco de la otra: en la blanca hay negro, en el negro hay blanco. Así, “en todo lo bueno hay algo malo, y en todo lo malo hay algo bueno”. Las fuerzas se equilibran y coexisten, de manera saludable y orgánica.
No hablamos aquí de pintar toda la casa de blanco y negro, sino de usar el concepto de energías contrapuestas y complementarias en la decoración. Esto promoverá la buena circulación, y al mismo tiempo, te aportará emociones y equilibrios en tu vida diaria: el Yin y el Yang logran modificar nuestros ánimos y energizarnos de una u otra manera.
Así como describen fuerzas, también describen energías, fortalezas y ánimos. El Yin es el encargado de las “zonas Yin”, que son las zonas tranquilas, apacibles, los sitios de relajación, como la sala de música, la sala de lectura, incluso el cuarto de baño y la zona de la ducha, y algunas habitaciones. Son las más alejadas a la puerta de entrada.
Las zonas yang, en cambio, son las más activas y transitadas, como la sala familiar, la cocina, el garaje, el porche, el acceso al hogar o el jardín.
Los muebles altos, grandes, de líneas rectas son Yang, y puedes aprovecharlos para balancear las energías en las zonas Yin. En cambio, los muebles bajos, redondeados, delicados son Yin, y puedes utilizarlos para balancear las energías en las zonas Yang.
Los colores también son elementos de la energía en la decoración. Como puedes suponer, en las zonas Yang habrá predominancia de los colores vivos, fuertes, en paletas mezcladas y combinadas. Puedes balancear las energías colocando elementos de colores claros, suaves y pastel; por su parte, las zonas yin se balancearán añadiendo pequeñas decoraciones de colores fuertes y vivos.
La luz es otro elemento energético. Las luces externas y claras, brillante, son Yang, mientras que las indirectas y tenues, en tonos más cálidos, son Yin. Puedes balancearlas en cada zona modificando su intensidad, colocando pantallas en los veladores o cortinas en las ventanas al exterior para suavizar las luces Yang, y puedes fomentar la iluminación en su intensidad en las zonas Yin.
