La habitación de los niños de la casa deberá irse adecuando a su crecimiento, y llegado el momento, nos veremos en la necesidad de redecorar el espacio para que el adolescente se sienta a sus anchas, el ambiente estimule sus capacidades, su optimismo y lo motive a estudiar.
Decorar la habitación de un adolescente no es tarea difícil si en ella involucramos al joven, ya que de esa forma conseguiremos conjugar nuestra experiencia y sus gustos personales. La etapa adolescente es un período en que nuestros hijos experimentan cambios muy profundos, su humor varía a cada momento, en ocasiones se deprimen, y esos cambios deben ser contemplados mejorando y adaptando su entorno hogareño de forma tal que su desarrollo se vea beneficiado.
La habitación de un adolescente es el espacio en donde permanece la mayor parte del tiempo cuando está en la casa, es allí donde realiza sus actividades escolares y la decoración deberá contribuir en el desarrollo de su carácter estimulando sus reflexiones y evoluciones sociales; deberá convertirse en un espacio que consiga hacerlo sentir seguro y a gusto, y llegue a considerarlo su refugio en donde puede mantener cierto grado de intimidad.
Una habitación adolescente se puede dividir en tres zonas claramente diferenciadas: una zona para el descanso, un área para el estudio y una tercera para el ocio.
Fundamentalmente, debe tenerse en cuenta su opinión y respetar sus gustos, y qué mejor forma de complacerlo que accediendo a sus ideas en relación a los muebles, los colores y los elementos decorativos que quedarán en su dormitorio.
En la organización de estas tres zonas es donde se puede motivar al muchacho, por ejemplo, colocando un anaquel con sus libros favoritos cerca de su cama, de forma de fomentar la lectura; crear un sitio de estudio cómodo y divertido, para que se sienta a gusto haciendo la tarea, y un sitio de ocio con los elementos de sus hobbies preferidos y materiales especiales que estimulen su desarrollo. De esta forma se organiza el espacio, se tienen en cuenta los gustos del adolescente, y se lo estimula a tener pasatiempos que lo enriquezcan intelectualmente.
Para la decoración de la habitación, ante todo deberá tenerse en cuenta la iluminación, tratando que esta sea natural en la medida de lo posible; agregar paneles en las paredes para que fije fotos y sus láminas preferidas; espejos y la cantidad de cuadros que sean de su gusto.
Especialmente deberá pensarse en el confort práctico y la funcionalidad del mobiliario para que su permanencia en su propio espacio sea estimulante en todo sentido. Los colores alegres deberán estar presentes para mantener su energía, los oscuros que lo invitarán a la reflexión, y los colores claros para que se sienta relajado y pueda tener un buen descanso.