Cuando comenzamos a planificar la decoración y ambientación de las distintas zonas del hogar, a veces terminamos un tanto perdidos. Colocamos con simpleza los elementos que componen las estancias, sólo para deber reubicarlos luego, ya que no han quedado del todo cómodos ni prácticos en su ubicación. Pero aquí te ofrecemos algunos consejos simples para organizar un dormitorio, desde cero, con toda facilidad.
Principalmente, el uso del dormitorio será el descanso. Por ello, su elemento más importante es la cama. Ya elegida la cama adecuada a nuestros gustos, según la ambientación planificada (o planificando la decoración a partir de la cama deseada y adquirida), la ubicamos en una zona apropiada.
De preferencia, la cama no debe quedar justo frente a la puerta de acceso. Podemos ubicarla cerca de alguna ventana, para facilitar la iluminación natural, la cual luego se puede bloquear con cortinas dobles, que permitan la iluminación diurna y el bloqueo visual y lumínico por la noche. También podemos ubicar la cama contra la pared, o aprovechar su cabecero y separarla, llevándola al centro del cuarto.
Junto a la cama, a uno o ambos lados, es necesario colocar una mesa de noche. Ella nos permitirá contar con iluminación extra para la lectura (si no tenemos iluminación montada a la pared), y también nos dará confort, al colocar allí la bebida o infusión previa al descanso, el libro actual, los lentes, o el control remoto de los artefactos.
Al organizar el dormitorio, la zona que rodea a la cama debe poseer no menos de 60 centímetros, permitiendo el paso y la circulación con facilidad, y sin trabas para los demás componentes de la habitación. Si tenemos un armario o ropero a un lado y nada al otro, podemos mover la cama hacia el sector vacío, para facilitar la apertura del ropero.
Es conveniente contar con moquetas o pequeñas alfombras a ambos lados de la cama. Ellas nos permitirán levantarnos sin sufrir del frío repentino en los pies, y también podremos usarlas para limpiar nuestras plantas antes de acostarnos a dormir.
Si queremos colocar una cómoda o un escritorio en el dormitorio, debemos separarlo lo más posible de la cama, para no interrumpir el paso. También podemos colocar una cómoda de mayor tamaño, que nos dé una zona de guarda de ropas y elementos, o quizás de la ropa de cama, sobre la que podemos posar el televisor u otros elementos.
El resto de los componentes del dormitorio dependerá del tamaño disponible. Si elegimos colocar un sillón de lectura, debemos asegurarnos de contar con el espacio adecuado. Lo mismo rige para cajoneras, baúles, muebles auxiliares, biombos y demás.